Martes 19.11.2024
/Última actualización 14:47
El dúo Tango Chino, integrado por Fulvio Giraudo (piano) y Edgardo “Chino” Rodríguez (guitarra y composición), nació en 2004 con la intención de “renovar la tradición tanguera”. Tras un período de inactividad por giras internacionales, en 2007 grabaron su primer disco junto al cantante Caracol, una obra que marcó su estilo al combinar composiciones originales y arreglos alejados tanto del legado piazzolliano como de las lecturas clásicas del género.
Gentileza producciónEn 2013, el proyecto evolucionó a cuarteto con la incorporación de contrabajo y violín, lo que permitió mayor profundidad sonora, reflejada en “Tango Chino Cuarteto” (2014), donde trabajaron con clásicos como “La Cumparsita” o “El Choclo”. Desde entonces, con distintas formaciones y colaboraciones, ampliaron su repertorio con obras propias como “Tango Satie” u “Otoño Platense”, grabando videoclips y buscando nuevas texturas. Este año, con el violinista Serdar Geldymuradov, lanzaron el EP “Argenta Miusic”, para expandir las fronteras del tango con una estética audaz y contemporánea.
“Es un EP de cuatro piezas, dos compuestas durante la pandemia y dos más viejas. Así que el sonido se asocia a esas dos épocas. Las pandémicas son más fragmentarias y discontinuas, características presentes en mis trabajos anteriores pero que aquí son centrales. Las otras dos son más ‘tradicionales’, digamos. Por lo demás, varié algunos sectores de los arreglos para aprovechar el virtuosismo de nuestro nuevo violinistas. Y son todas piezas ‘AI free’. Fueron hechas sin asistencia artificial, ¿Quizás las últimas? No lo sé, espero que no, pero realmente, no lo sé”, expresó “Chino” Rodríguez a este medio en una entrevista.
Gentileza producción-A lo largo de los años, Tango Chino evolucionó en su sonido y formación. ¿Cómo pudieron mantener una identidad propia mientras experimentan con nuevos estilos y colaboraciones?
-La “identidad” es algo que asignan los oyentes, uno compone lo que le sale. Si no, en mi opinión, se corre el riesgo del manierismo que en el fondo, es una impostura. Como Borges, creo que lo importante es producir belleza, obras buenas, el resto se deriva de allí si uno tiene suerte.
Gentileza producción-¿Cuáles son las principales influencias musicales que moldearon su sonido? ¿Cómo concilian la tradición del tango con su deseo de innovar y crear composiciones originales?
-Creo que toda la música que he escuchado moldea mi “sonido”. Si tuviera que nombrar influencias seguro que sería injusto. Me gusta decir que las músicas de dos o tres amigos me acompañan todos los días. Digo, no siempre la de los grandes es la más definitoria, algunos de los conciertos más impresionantes que presencié en mi vida fueron los de estos amigos tocando para, digamos, quince personas.
Gentileza producción-¿Qué sorpresas tienen preparadas para el público en este próximo concierto del 12 de diciembre en CABA? ¿Cómo planean conectar con la audiencia y transmitir la energía de su música en vivo?
-Las de las músicas y las del sonido del grupo en vivo, que es una aplanadora. Creo que eso garantiza la conexión. No hay nada más lindo que buena música tocada por buenos músicos.
Gentileza producción-¿Cuál es su visión del futuro del tango? ¿Cómo creen que el cuarteto Tango Chino puede contribuir a la evolución de este género y llegar a nuevas audiencias?
-Creo que el futuro, como siempre pero hoy más todavía, es incierto. Estamos viviendo una revolución sin parangón con la aparición de la IA en todos los aspectos de nuestras vidas incluidos, obvio, el de la música. Como dije antes, es importante hoy, y más importante en los tiempos venideros, señalar que es música sin IA. Buena parte de la música banal presente en los medios masivos de comunicación ya no puede decir lo mismo y esa tendencia va a crecer. En ese marco me gustaría que nuestra música sea un resguardo de lo humano frente al avance del artificio. Respecto a las nuevas audiencias, no tengo idea de cómo lograr eso, me da la sensación de que nuestra música va en contra de las audiencias porque es música que transita, o pretende transitar, el sendero de lo nuevo que es, justamente, antitético. En ese sentido es música un poco anacrónica, no está en fase con los grandes consumos culturales.