Valeria Lynch y Mariano Martínez muestran su lado "Íntimo"
La baladista y el guitarrista de Attaque 77, compañeros de vida y creación artística, se unen para este show, donde interpretarán los éxitos de sus respectivas carreras. En diálogo con El Litoral, la intérprete de “La extraña dama” repasó la relación, el show, sus proyectos artísticos y su constante evolución.
“Abarcamos distintos públicos: siempre digo que ni él es tan rockero ni yo soy tan baladista. Entonces a la hora de fusionar los estilos en el escenario se crea algo que es muy interesante”, cuenta Valeria. Foto: Gentileza producción
Valeria Lynch y Mariano Martínez presentarán su show “Íntimo” en Santa Fe: será este sábado desde las 21, en el Centro Cultural Provincial Francisco “Paco” Urondo (Junín 2457). El lazo amoroso entre ambos y la convivencia obligada en pandemia fueron macerando el cancionero de este concierto, donde repasan canciones que forman parte del repertorio de Valeria y de los discos de Attaque 77. Entre el rock y las baladas, el dúo promete un show lleno de matices.
Las entradas ya está a la venta en boletería de la sala, o de manera online por sistema Ticketway.
Antes del desembarco, El Litoral conversó con Lynch, para conocer más de esta propuesta que atraviesa géneros y anécdotas.
De a dos
-¿Cómo surgió la idea de hacer este espectáculo junto a Mariano?
-Esto surgió sin quererlo, en la pandemia: estábamos todos encerrados. Me acuerdo de que Mariano me decía: “Vos tenés que cantar en Instagram, en streaming”; después hicimos un streaming desde mi casa. Sin querer surgió esto: de hacer temas míos, temas de él, temas juntos; empezamos a tocar en las redes.
Después, cuando pasó la pandemia, nos fuimos a Uruguay, donde yo estaba grabando “La Voz”, como jurado. Mariano me acompañó y empezamos a hacer show allá, con este “Íntimo”. Empezamos con protocolo: la gente distanciada, con barbijo, con alcohol en gel; un montón de requisitos que había para entrar en un teatro. En noviembre del 2020 estábamos haciendo el “Íntimo” en Uruguay. recorriendo gran parte del país; allá no había cuarentena obligatoria, entonces pudimos trabajar. Debemos ser de los pocos artistas de Argentina que tuvimos la oportunidad de trabajar.
Soy una uruguaya desde hace mucho (risas), porque tengo casa allá; entonces trabajé mucho, trabajo mucho en Uruguay: ahora también. Pero en ese momento fue clave para que pudiéramos presentarnos en distintos puntos. Y ahí empezamos a largar este show, que sin querer se convirtió en algo que es muy divertido, muy coloquial: es como un poco volver a las raíces, lo que fue el café concert de hace muchísimos años atrás. Porque se crea una intimidad con el público que es totalmente diferente a todo.
Tanto él con Attaque 77 como yo sola estamos muy acostumbrados a los grandes eventos, donde hay mucho público; donde a lo mejor no tenés ese feedback con el público, y ese contacto directo, porque las distancias no te lo permiten. Entonces acá es como que rescatamos eso. Primero, que cada uno de nosotros hace los temas nuestros: los míos, los más populares, por supuesto que están todos; y los de él, los más emblemáticos de Attaque que son compuestos por él también.
Abarcamos distintos públicos: siempre digo que ni él es tan rockero ni yo soy tan baladista. Entonces a la hora de fusionar los estilos en el escenario se crea algo que es muy interesante: musicalmente hablando, creo que somos muy compatibles; y bueno, vaya a saber lo que pasa arriba del escenario.
“Cuando subimos al escenario nos potenciamos mucho. Mariano canta baladas conmigo (risas), y yo canto un poco de blues, un poco de rock”. Afirma Lynch. Foto: Gentileza Diego Vergara Oscaris
Ida y vuelta
-En un show más grande por ahí tenés unos tiempos, hay que seguir mucho un guión; y acá podés interactuar mucho más con la platea.
-Muchísimo más. El guión que tenemos es musical: sabemos lo que vamos a hacer, por supuesto. Pero después esa intimidad... Por eso le pusimos “Íntimo”, porque era el nombre justo para show. Primero porque somos los dos solos; nos acompaña Juan Pablo Ezquerra en teclados, que es el tecladista de Attaque: viene con nosotros desde el vamos y es un musicazo. Pero todos los instrumentos que van a escuchar, todos los arreglos musicales, son trabajo de Mariano: es un capo. Más allá de que sea mi pareja, musicalmente hablando es un tipo de una actitud de cabeza que es increíble. Y lo que ha hecho con mis canciones es darle un giro, aggiornarlas: sin dejar la esencia de la balada (que es lo que a mi me caracteriza) y el pop, le ha dado un tinte más moderno, más actualizado: la gente lo recibe muy bien.
Obviamente que están todos los temas que la gente quiere y conoce. A veces se presta a confusión: piensan que voy a hacer rock. No es así: meteré algún “bluesito” por ahí, porque me encanta; algún blues de Pappo, seguramente, con Mariano tocando y yo cantando. Pero todo lo demás tiene que ver con nuestros estilos personales, con mis baladas y con su rock; y cuando nos fusionamos se crea algo que es muy interesante con el público Además contamos anécdotas: es muy divertido el show.
No quiero spoilearlo ni mandar al frente todo lo que vamos a hacer; pero sí decirte que es muy divertido, porque en el medio de las canciones contamos anécdotas de vida, vivencias que nos pasaron. Fue naciendo solo y espontáneamente eso, pero son anécdotas que llevan a la risa y la gente lo disfruta muchísimo.
Conexión íntima
-Ustedes se conocieron trabajando. ¿Cómo se se lleva el combinar lo personal y lo laboral?
-Para nosotros está bueno, porque aprendemos mucho uno del otro. Primero que es fundamental el respeto y la admiración hacia la otra persona. Y después nos divertimos, lo pasamos bien; somos muy apasionados con lo que hacemos, nos encanta la música en general. Mariano es coleccionista de discos de vinilo, y tiene desde música del 50, del 60, jazz, boleros: tiene como música que decís: “No: un punk, un rockero no escucha eso”. Bueno, sí: él escucha toda la música que se puedan imaginar.
Nos conocimos en 2017; obvio que ya nos conocíamos antes, pero tener esta relación profesional fue en 2017. Y ya hace cinco años que somos pareja (risas), así que nos llevamos re bien. Y creo que la música tiene mucho que ver en esas relaciones: arriba del escenario de verdad disfrutamos de lo que hacemos.
Ahora Mariano está haciendo los arreglos de un nuevo disco mío de baladas, que va a ser increíble: ya hay uno de los temas que me pinta de pies a cabeza, que lo voy a hacer en “Íntimo”, en Paraná y en Santa Fe; se llama “Qué poco saben de mí”. Estamos componiendo, ese es un tema nuestro, de esas baladas que me gustan a mí: poderosas, potentes.
-Decís “vamos a hacer todas mis canciones”, pero obviamente todas no pueden entrar. ¿Cómo se se arma la lista?
-Todas las que son populares, las más conocidas, las que la gente habitualmente pide. Es un show que no llega a dos horas pero está ahí, una hora 50, 55; depende mucho del público, del entusiasmo de la gente, del feedback que se entregue desde arriba del escenario y la devolución del público. Tenemos un show armado que son como 20 canciones. Así que vengan con tiempo, que hay de todo y para todos (risas).
Curiosamente no lo hemos presentado tanto en Argentina, y hace mucho que no estoy por Santa Fe, por Paraná; nos da mucho placer y mucho entusiasmo llegar con este espectáculo: es algo diferente, pero con las canciones que quiere y conoce de los dos.
-Son unos años más la pandemia.
-Eso nos cortó a todos, es un antes y un después. Con todo lo malo que pasamos en la pandemia, estas son las cosas que pudimos rescatar. La música es sanadora, salva; nos pasó que nos estábamos conociendo: fue cuando realmente nos pudimos conocer, porque estuvimos encerrados durante ocho meses. Así que ahí nació todo esto, que tiene que ver más que nada con una conexión espiritual, de sensibilidad musical. Estamos los dos muy fusionados en el sentido musical, porque nos mueve la misma pasión, que es la música.
Te puedo asegurar que somos un aplanadora: cuando subimos al escenario nos potenciamos mucho. Mariano canta baladas conmigo (risas), y yo canto un poco de blues, un poco de rock. Así que hay para todos los gustos: vayan los fanáticos de Attaque también, porque lo van a pasar increíble; están desde el mítico “Hacelo por mí” hasta “Mentira”, “Piensa en mí”, todas las canciones que nos han hecho populares en diferentes estilos.
-Eso le pasó a un montón de gente: o se afianzó su relación o se separó en la pandemia.
-Fue bien contundente en todos los aspectos. Por suerte a nosotros nos unió.
“Evoluciono porque me propongo evolucionar; creo que los artistas debemos cambiar, encarar nuevos proyectos, nuevas formas, nuevos estilos, nuevos caminos, sostiene la artista. Foto: Gentileza producción
Siempre hacia adelante
-¿Cómo sentís que ha evolucionado tu arte, tu música, a lo largo de los años; viéndolo también desde este eclecticismo?
-Siempre digo que soy una artista de riesgo. No soy una artista que se queda quieta, y que a pesar de cantar los mismos temas, he evolucionado mucho musicalmente: los canto, los interpreto de otra manera. Y está bueno que sea de esa forma: temas como “Mentira” o “Piensa en mí”, que los canto hace 30 años o más, no podés cantarlos igual, porque no vivís las mismas experiencias. De acuerdo a eso también fui cambiando mi forma de cantar. También con todo el aggiornamiento que les ha dado Mariano a mis canciones de siempre.
Yo me tiro a la pileta, por eso me gusta ponerme desafíos, como encarar este proyecto con él, que no teníamos idea de si nos iba a ir bien o no; si a la gente le iba a gustar. Y lo que pasa arriba del escenario es el corolario de todo el esfuerzo que hemos hecho durante estos años para pulir este espectáculo.
Evoluciono porque me propongo evolucionar; creo que los artistas debemos cambiar, encarar nuevos proyectos, nuevas formas, nuevos estilos, nuevos caminos. Esto no quiere decir que yo deje de cantar la balada que esencialmente me identifica; al contrario. Lo que sí creo es que cambiar esas pequeñas cosas, buscarle una forma de acomodarlo a la actualidad musical, me da la posibilidad de seguir adelante. Y después lo demás te lo ordena la gente. No sé si la gente ve esa evolución; pero después de tantos años de subirme a los escenarios, de grabar, me siguen respondiendo. Y eso para mí es muy importante: hay muchos que se dan cuenta del cambio, que es un cambio necesario, como el crecimiento mismo.
Amén de esto, creo que nunca un artista sabe sus límites, su techo. Y el hecho de encarar proyectos nuevos te da la posibilidad de seguir creciendo y dándole cosas nuevas al público.
-¿Y cómo se renueva la energía, después de una carrera extensa?
-Estoy enchufada a 220 siempre (risas), realmente realmente no paro. Ahora estoy viajando constantemente: después de Paraná y Santa Fe nos vamos a Mendoza, San Juan, San Luis, Tucumán. Después nos vamos a Uruguay, en donde tengo shows en Montevideo, en San José.
Tengo esa energía de siempre, siento siempre que tengo 20 años. Porque además como tengo escuelas de arte, que apuntan al teatro musical: enseñamos a cantar, a bailar, formamos artistas. Siempre estoy rodeada de gente joven: creo que eso me da una inyección de energía extra, que me permite estar siempre alerta y siempre siempre arriba, enchufada a 220... y si hubiera 440 también (risas).
-Estás trabajando en un nuevo disco. ¿Qué se puede contar de eso bueno?
-“Qué poco saben de mí” los van a escuchar en el show. De los demás, está Mariano haciendo todos los arreglos, falta poner la voz y mezclar; pero antes de fin de año voy a tener un disco listo. Lo voy a presentar en el Teatro Gran Rex, acá en Buenos Aires, los días 8, 9 10 de noviembre; para después empezar otra vez una gira por todo el país, o por donde me lleve la vida. Hay algunos temas que ya están en las plataformas: en Spotify, en Amazon.
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