“Bueno, me quisieron robar el celular, se acabaron las historias en la calle… Ay, Dios qué bárbaro”, se lamentó Daniela, mostrando su cara hinchada y un hilo de sangre cayendo desde su nariz. Instantes después, mientras aplicaba hielo en la cara, manifestó: “Mirá cómo se me está poniendo la napia… Entre que tengo la napia grande, o sea hoy me recibo de Peretti”.
“Le pongo onda y me río pero la verdad es que no hay nada de qué reírse. Yo solo pienso en mi mamá, por ejemplo: 73 años, bajándose del bondi, que la empujen y la tiren contra un colectivo, que hoy hubiese estado con la nena (por su hija) y yo contestando un mensaje…”, explicó luego.
“Hoy lo que me salió decir fue que estaba grabando una historia pero la verdad es que estaba mandando un mensaje al productor del teatro. O sea, no se puede creer… ¡salir con el culo en la mano a la calle!”, se quejó.
La ayuda que recibió la influencer en medio del intento de robo
Más tarde, contó sobre cómo ocurrió el violento episodio: “Salí a comprarme dos empanadas… Un chico que estaba laburando en estos camiones que traen el agua salió a correrlo al motochorro cuando escuchó mis gritos pero no lo pudo alcanzar”.
Por último, la influencer dejó una reflexión que puede despertar alguna polémica: “Yo cuando me quedé sin laburo me puse a hacer espejos artesanales, bañé perros y demás… Algunos salen a chorear y no es culpa de ellos, es cuestión de educación”.