Viernes 4.6.2021
/Última actualización 10:23
Más de 30 años consagrados a la música a través de diferentes formatos generaron el extenso historial que derivó, en 2018, en la creación del grupo vocal mixto De 2 a 4. Tras un viaje juntos, los matrimonios que integran Alejandro “Jandi” Molina con Chachi Plank y Mauricio Lisa junto a Albertina Marín decidieron llevar lo que era una iniciativa amateur para despuntar el vicio de cantar entre amigos, a un plano más profesional. Así arrancaron un camino que, pandemia de por medio, concluyó con la presentación del primer disco del conjunto, que ya se encuentra disponible en plataformas digitales y lleva por título “Para ir cantando”.
La grabación de las diez canciones que constituyen la flamante placa (que tendrá su versión analógica en forma de CD) se concretó hacia finales de 2020, mientras que la mezcla tuvo lugar ya en febrero del año en curso. Consiste en una producción independiente, con un repertorio heterogéneo, pero que tiene como característica la de evocar a autores latinoamericanos. “Hay canciones folclóricas argentinas y otras que pertenecen al cancionero latinoemaricano”, contó Mauricio Lisa en diálogo con este medio.
En la lista de canciones incluidas aparecen dos de la dupla Leguizamón-Castilla, “Zamba de Lozano” y “Cantora de Yala”. Hay otras dos de Sebastián Monk, compositor porteño fallecido en forma prematura en 2011, que son “El niño” y “Canción de cuna para mi Juli”. Figuran también “De mis pagos” de Julio Argentino Jerez, “Verde romero” de Verlardes y Vergara, “La chaparrita” de Juan Ramón Barrios y “Comienzo y final de una verde mañana” del cubano Pablo Milanés. Para cerrar con dos obras emblemáticas de María Elena Walsh: “En el país del no me acuerdo” y “Como la cigarra”.
La mitad de las obras incorporadas al repertorio del disco se realizaron en base a arreglos de otros músicos, entre ellos Conrado Monier, con quien los integrantes del grupo habían mantenido contacto desde otros espacios. El resto fueron trabajadas en base a los arreglos realizados por “Jandi” Molina. “De hecho, nuestra intención como grupo está más orientada a hacer arreglos suyos, en la búsqueda de un sonido propio”, admitió Lisa.
“Transitar el cancionero popular latinoamericano a partir de arreglos vocales direccionados a ofrecer versiones que aporten nuevos enfoques a la riqueza de nuestro patrimonio musical”. Esa es la finalidad que se propusieron los integrantes de este cuarteto, que está integrado por voces que remiten a los cuatros registros de un coro tradicional: soprano (Plank), contralto (Marín), tenor (Lisa) y bajo (Molina).
Todos ellos acreditan una amplia trayectoria en el ámbito coral y en grupos vocales de Santa Fe y Santo Tomé. Participaron en agrupaciones como el grupo vocal "Clave de Canto", el grupo vocal-instrumental "Canto General", el grupo “Dúo + uno”, el grupo vocal "Socios y no socios", el grupo vocal "Quintaesencia", el grupo de teatro musical para niños “Los Tuttisonanti”.
También fueron o son parte de varios coros: el Polifónico Provincial de Santa Fe, el de la Universidad Tecnológica Regional, el la Universidad Nacional del Litoral, el Polifónico de la Merced y la Agrupación Coral Cantares. Además, forman parte del coro de la Orquesta Filarmónica de Santa Fe que participó del espectáculo de los 45 años del grupo Los Palmeras.
Mauricio Lisa recordó que el origen del grupo se produjo luego de un viaje compartido entre las dos parejas. “Buscamos unos arreglos y empezamos a cantar con una intención más de juego. Nos gustó y volvimos con ganas de hacer algo serio, así que nos pusimos a trabajar. Hace mucho que hacemos música, pero con el grupo empezamos hace apenas tres años”, afirmó.
La realización del disco implicó para los cuatro cantantes la posibilidad de seguir trabajando en el contexto de las restricciones que llegaron con pandemia. “Durante el primer año del grupo, trabajamos mucho. Tuvimos una extensa racha de actuaciones. Pero al año siguiente se desató la pandemia”, destacó Mauricio y remarcó particularmente que De 2 a 4 es para sus integrantes un ámbito que inclusive por momentos llega a ser terapéutico. “Cantamos entre amigos, todo es muy satisfactorio” cerró.