El socialismo en la provincia y el radicalismo universitario en la ciudad terminan sus mandatos de gobierno, tras una docena de años en la toma decisiones. ¿Dónde pusieron el foco? ¿Qué prioridades atendieron? ¿Cómo estaba Santa Fe y cómo la dejan? ¿Qué queda por hacer y cuáles son los nuevos desafíos?
En 2007, Santa Fe venía de vivir sus años más duros. Aún no estaba repuesta de la enorme tragedia que fue la inundación por el desborde del río Salado en 2003, cuando una lluvia intensa y persistente durante más de 3 días llenó de agua casi a los mismos barrios, en abril de 2007. En ese entonces, la ciudad tenía sólo un tercio de los desagües que necesitaba, según el Plan Director elaborado por el Instituto Nacional del Agua en el año 2000, y estaban todos ubicados en la zona centro.
Sin llegar al extremo de las terribles consecuencias de esas dos inundaciones, cada vez que llovía quedaban anegados barrios enteros, especialmente del norte y del oeste, lo cual dificultaba la vida de los vecinos que no podían salir de sus casas para ir a la escuela o al trabajo y que sufrían la pérdida de sus bienes materiales.
Resolver este problema fue tomado como una política de Estado por las gestiones municipales y provinciales y, con un trabajo sostenido durante los últimos 12 años, se empezó a revertir. En ese período se hicieron más de 18 desagües troncales, y hay otros 5 en ejecución, todos ubicados en la zona norte y oeste de la ciudad (Ver mapa), con fondos de las tres jurisdicciones: Nación, Provincia y Municipio. Además, para mitigar los efectos de lluvias intensas, garantizando que el complejo sistema de desagües que está bajo las calles de la ciudad funcione a pleno cada vez que llueve, se realiza de forma rutinaria la tarea de limpieza y desobstrucción de los conductos. Queda pendiente para las próximas gestiones realizar los desagües de las cuencas Loza-Chaco, Roca, Zavalla, Estado de Israel-J.P. López, Colodrero y Catamarca-Durán; todos con sus proyectos ya listos, y finalizar los que están en marcha. Esos vecinos todavía sufren las consecuencias de las lluvias.
Queda pendiente para las próximas gestiones realizar los desagües de las cuencas Loza-Chaco, Roca, Zavalla, Estado de Israel-J.P. López, Colodrero y Catamarca-Durán; todos con sus proyectos ya listos
A la vez que se ejecutaron los desagües, se fue concretando la extensión de algunos servicios básicos, como agua y cloaca; y obras de pavimento para mejorar los accesos de los colectivos.
Cuando el FPCyS asumió la conducción de la provincia y la ciudad (en ese momento el radicalismo universitario liderado por Mario Barletta formaba parte), un 92% de la ciudad tenía agua potable, y un 65%, cloacas. Pero en estos últimos años la ciudad se expandió y se crearon nuevos barrios, algunos a partir de la reubicación de familias que vivían en zonas vulnerables al riesgo hídrico, con lo cual no es posible hacer una comparativa de la cobertura en porcentajes.
Lo cierto es que el agua potable llega hoy a casi toda la ciudad, a excepción de los barrios Santa Marta, Juventud del Norte, Santo Domingo, y sectores urbanizados de Esmeralda Este, Las Delicias, Altos de Noguera, y el área del norte donde se ejecutó el plan de viviendas “Mi tierra, Mi casa”.
Respecto a las cloacas, en los últimos 12 años se concretaron en Chalet, San Lorenzo, 12 de Octubre, Santa Rosa de Lima, Villa del Parque, Barranquitas, Los Hornos y Coronel Dorrego, y en la zona de boliches sobre la ruta 168. Queda sin servicio aproximadamente un tercio de la ciudad, en su mayoría barrios del norte y del oeste.
En cuanto al estado de las calles, se ha colocado pavimento de hormigón y flexible en algunos de los principales accesos a barrios que, por lo general, son los que utiliza el transporte público: bulevar French y sus calles aledañas, avenida Peñaloza al norte, Demetrio Gómez en Alto Verde y varias cuadras del suroeste en Santa Rosa de Lima, San Lorenzo Y Chalet, son algunos ejemplos. Además, varias arterias del norte recibieron pavimento articulado. Sin embargo, quedan más de 4 mil calles de tierra.
De las obras de infraestructura en calles y avenidas, la ruta 1 es el caso más controvertido de estos años: a fines de 2007, Jorge Obeid dejó su gobierno con el proyecto de ampliación licitado. Como la obra no contemplaba los desagües, el intendente Mario Barletta pidió suspender esa licitación apenas asumió y convocar a una nueva que proyecte los conductos pluviales. Tras numerosas idas y vueltas, ajustes del proyecto y achiques de presupuesto, aún no se terminó. Así, ensanchar 7 kilómetros, lleva ya más de 12 años. Pasaron tres gobernadores socialistas, y todavía siguen los trabajos... Tampoco se avanzó con la construcción del gasoducto: tras varias peleas entre provincia y municipio, la obra se licitó, pero no prosperó.
La ruta 1 es el caso más controvertido: a fines de 2007, Jorge Obeid dejó su gobierno con el proyecto de ampliación licitado. Tras numerosas idas y vueltas, ajustes del proyecto y achiques de presupuesto, aún no se terminó
Durante los últimos 12 años, la capital provincial recuperó una gran cantidad de edificios antiguos que estaban abandonados y vedados al uso público.
La estación Belgrano, la Casa de la Cultura y el Molino Franchino dieron otra vida al tradicional bulevar que, junto a una remodelación de su cantero central, motivó al sector privado a mejorar la infraestructura comercial y gastronómica.
En la zona, el Mercado Progreso no tuvo la misma suerte, y aunque se lo utiliza para algunas actividades culturales, no ha sido restaurado. Sí se intervino el Mercado Norte, en barrio Constituyentes: en 2007 era el “galpón” donde se amontonaban los vehículos retenidos y hoy es un polo comercial y gastronómico. Tampoco recibió mejoras la estación Mitre, en el suroeste, que sigue derruida y abandonada, pero sí se recuperó el antiguo taller de locomotoras La Redonda, convertido en un espacio cultural y de juegos.
Una de las áreas que en estos 12 años vivió un proceso de gran transformación es el Puerto: además de la inversión privada que recibió, con torres, áreas comerciales y de servicios, hoteles y salones de fiesta, se refuncionalizó el antiguo edificio del Molino Marconetti donde se trasladaron casi todas las escuelas del Liceo Municipal. Y se aprovechó el edificio del ex Liceo para crear un Club de Emprendedores, para dar impulso a este sector en crecimiento. En la misma zona, sobre la avenida 27 de Febrero, el viejo edificio del Correo Argentino no pudo ser restaurado, a pesar de los numerosos intentos y dos llamados a licitación que quedaron desiertos.
En este período se construyeron cuatro nuevos edificios desde cero: el Cemafé, un centro de atención médica ambulante; el hospital Iturraspe, que acercó servicios de salud y urgencias a los vecinos del norte de la ciudad; la Mediateca de la Cumbia, con sala de ensayo y grabación en barrio Santa Rosa de Lima, y el Museo de la Constitución, un espacio conmemorativo, educativo y didáctico que pone en valor el acuerdo más importante de la Nación y destaca el rol de Santa Fe como escenario de episodios históricos.
En cuanto a nuevas obras arquitectónicas, se destacan los edificios de los jardines municipales y de las escuelas de trabajo. Más allá de las obras edilicias, el gran acierto de esta infraestructura es que se impuso en la ciudad un nuevo sistema de educación inicial centrada en los primeros años de la infancia, dirigido a los niños que viven en condiciones de vulnerabilidad social.
En este ámbito hubo algunas políticas incipientes, y otras que fueron más a fondo, para intentar reordenar el uso del espacio público y la convivencia entre los distintos subsistemas de transporte. En la gestión de Mario Barletta se inició un proceso de descentralización de trámites, con nuevas oficinas municipales en distintos barrios de la ciudad. El objetivo: evitar el traslado hacia el centro.
Además, se instaló un sistema inteligente de Estacionamiento Medido, se amplió la zona y se encareció su tarifa con el objetivo de desalentar el uso del automóvil en el microcentro de la ciudad. Pero, a la par, no se avanzó enérgicamente en mejorar el transporte público, condición indispensable para lograr ese objetivo: aunque se sancionó una ordenanza que dispone las condiciones en las que debe prestarse el transporte por colectivos, nunca se licitó; las unidades se modernizaron, se ampliaron algunos recorridos, se pusieron en funcionamiento servicios para el usuario como el ¿Cuándo Pasa? o carriles exclusivos (muy pocos) para achicar tiempos de los recorridos, pero la frecuencia no es eficiente.
En consonancia con la fuerte demanda ciudadana, se desarrolló una extensa red de ciclovías y bicisendas, se puso en marcha un sistema público de alquiler de bicicletas y se colocaron bicicleteros en gran cantidad de espacios públicos.
En consonancia con la fuerte demanda ciudadana, se desarrolló una extensa red de ciclovías y bicisendas" /// "Se intentó poner en marcha un sistema público de trenes urbanos, recomendado por especialistas para optimizar la movilidad en la ciudad, pero las dos primeras máquinas que compró el Municipio no funcionaron
Se intentó poner en marcha un sistema público de trenes urbanos, recomendado por especialistas para optimizar la movilidad en la ciudad, pero las dos primeras máquinas que compró el Municipio no funcionaron, a pesar de los numerosos intentos y reparaciones. En la actualidad, están estacionadas en un galpón. Como un proyecto más ambicioso, se diseñó y licitó el Circunvalar Ferroviario; si se concreta sacará los trenes de carga del medio de la ciudad.
Por falta de acuerdos entre la gestión socialista en la provincia y radical en la municipalidad, no pudo avanzar el proyecto de Master Plan para la terminal de ómnibus, que incluía una modernización y reconversión de toda el área, tras la finalización de contrato que tenía Netoc. Para hacer más atractivo el proceso licitatorio para una nueva concesión, se requirió una extensión del plazo, que la provincia no otorgó, por lo cual su administración está a cargo desde hace dos años de la Municipalidad, y no se avanzó con las obras proyectadas.
Tampoco se concretaron dos puentes proyectados: el Santa Fe-Santo Tomé, y el Santa Fe- Paraná.
Durante estos años, Santa Fe sumó dos nuevos parques: en el corazón de la ciudad, el Parque Federal; y en el sur, el Parque-Museo de la Constitución. Para la zona norte está proyectado el Parque del Norte, un área de 227 hectáreas dentro de las cuales están incluidos los predios del Jardín Botánico Municipal Lorenzo Parodi, del ex relleno sanitario y espacios verdes existentes, pero no ha tenido grandes avances.
Respecto a las plazas fue emblemático el caso de la Alberdi, ubicada entre las avenidas Rivadavia y 27 de Febrero, frente al Correo. A meses de asumir, Mario Barletta emprendió una larga lucha para despejarla de vendedores ambulantes, a quienes terminó reubicando en un galpón de avenida Rivadavia, donde siguen trabajando en la actualidad. Luego, José Corral avanzó con un proyecto para construir cocheras subterráneas debajo del espacio, en medio de una serie de intensas protestas de ONG’s ambientalistas.
En el centro-norte, la ciudad sumó un extenso espacio verde que la atraviesa de este a oeste (desde Vélez Sarsfield hasta casi López y Planes), con ciclovía incluida: el Paseo Escalante. Es un extenso corredor verde, de 2,8 km., que se logró con la reconversión de áreas vacantes urbanas de trazas ferroviales sin uso, que hoy se aprovecha para esparcimiento, recreación y prácticas deportivas.
La peatonal San Martín, el paseo bulevar, y avenida Freyre (aún en obra) son algunos de los paseos mejorados.
A este resumen gráfico hay que sumar otros cambios y políticas que impactaron en la vida de la ciudad, y que son importantes conocer para plantear los nuevos desafíos y trabajar por ellos.
El Reglamento de Ordenamiento Urbano sancionado en 2010 tras una discusión de varios meses de distintos actores y vecinos, especificó usos de suelo y sentó las bases para el futuro desarrollo del territorio.
Desde 2009, la ciudad cuenta con un Sistema de Videovigilancia con cámaras instaladas en puntos estratégicos. Las imágenes obtenidas son transmitidas a la Sala de Monitoreo ubicada en el Palacio Municipal y visualizadas de manera permanente por los operadores, quienes ante cualquier actividad sospechosa emiten un aviso inmediato al Sistema de Emergencias del 911.
Por último, el avance tecnológico de estos años fue acompañado con decisiones firmes para modernizar el Estado, digitalizando expedientes y trámites, creando oficinas virtuales y el Servicio de Atención Ciudadana, una línea gratuita las 24 horas los 365 días del año (08007775000), unificando todos los reclamos e inquietudes de los vecinos.