El atleta cubano Javier Sotomayor ganó hoy la medalla de plata en la competencia de salto de altura del torneo olímpico de atletismo de los Juegos de Sydney, donde al cabo de tres jornadas ya han acudido al estadio central nada menos que 600 mil personas.

La prueba fue ganada por el ruso Sergei Kliugin, con un salto de 2,35 metros, marca que no pudo ser superada por ninguno de los otros competidores.

Sotomayor, campeón olímpico en Barcelona '92 y recordista mundial de la especialidad con 2,45 m, superó los 2,32 metros en su primer intento.

"Representa algo grandioso para mí, primero por la participación en los Juegos Olímpicos y luego por esta medalla", dijo feliz el cubano.

A su vez, Kliugin reconoció que la lluvia lo había ayudado, porque después de superar los 2,35 comenzó a caer con más fuerza y afectó a sus rivales, principalmente a Javier Sotomayor. "He tenido suerte. Por supuesto, la lluvia me ha ayudado, pero así lo habrá querido Dios", afirmó un sincero Kliugin, que se mostró "sorprendido" por su victoria.

En tanto el estadounidense Michael Johnson, plusmarquista mundial de 400 metros (43s18c) y campeón olímpico y mundial de la distancia, quedó segundo hoy en una de las semifinales, en las que el texano no arriesgó. Con un tiempo de 44s65c quedó detrás de sus más aventajados alumnos, su compatriota Alvin Harrison.

"Simplemente busqué la clasificación. Sólo quería quedar entre los dos primeros para tener un buen pasillo en la final de mañana, ése era mi objetivo", explicó "la locomotora de Waco".

Tampoco tuvo inconvenientes para clasificar en la prueba de 400 metros llanos damas la local Cathy Freeman, quien juntamente con Johnson han hecho que las entradas para las finales de mañana estén totalmente agotadas, previéndose un lleno total con 105 mil espectadores en el estadio de atletismo.

Por su lado, la británica Denise Lewis se quedó con el oro en la prueba de heptatlon, con 6.584 puntos, seguida de la rusa Yelena Prokhorova (6.531) y la polaca bielorrusa Sazanovich (6.527).

La lluvia también se alió con la búlgara Tereza Marinova, quien tuvo la fortuna de saltar 15,20 metros en la prueba de salto triple, en su primer intento, justo antes de que comenzara a llover, y así pudo apoderarse del oro.