Córdoba (Especial para El Litoral). - Hace apenas 17 días que está en Calabria. Extraña, pero sabe que, con sus 18

años recién cumplidos, está frente a un gran desafío, jugar en la segunda Liga más importante del mundo y aprovechar al máximo la organización y el profesionalismo que, según dice, la Liga Nacional no ofrece a los jugadores en la Argentina.

Se llama Carlos Delfino, es de Santa Fe y desde hace poco más de dos semanas es uno de los cuatro argentinos que integra el plantel del Reggio Calabria, equipo de la máxima categoría del Básquet de Italia.

De paso por Córdoba, donde el Reggio junto al Tau Cerámica de España y el Flamengo de Brasil disputan un cuadrangular organizado por el varias veces campeón de Liga, Atenas, Delfino habló con El Litoral sobre su presente en Europa y sus expectativas frente al desafío por delante.

-¿Como fueron tus primeros días en Calabria?

-Hace menos de un mes que estoy en Italia. Ya jugué dos amistosos, uno en Nápoli, y pude estar algunos minutos en cancha. Creo que me desempeñé bastante bien. De todos modos, todavía estamos un poco duros, faltos de básquet. En Italia la Liga empieza el 18 de octubre así que estos partidos nos sirven para ir aflojando el físico y mejorar el trabajo táctico y con pelota.

-¿Cuál es la principal diferencia que notaste?

-La diferencia con la Liga es abismal. Yo estuve una temporada en Sunchales así que también conozco la realidad de la Liga. En Italia es todo más organizado, los horarios, el trato con los jugadores. Es un desafío muy grande para mí, sé que va a ser difícil pero yo lo elegí.

-¿Qué expectativas tenés con el Reggio?

-La temporada pasada terminó quinto. Era un equipo con experiencia. Ahora se ha apostado más a foguear juveniles. Posiblemente los resultados se vean al final de la Liga o el año próximo. De todas formas el talento está.

-¿Cómo se dio tu llegada directamente de la Liga Nacional?

-Tuve torneos buenos en la selección. Ganamos el Panamericano de Brasil en julio y además derrotamos a Estados Unidos. También hice un buen torneo en la Liga B, sobre todo en la segunda mitad. Creo que todo eso me abría la puerta para ir a Europa.

Tenía ofrecimientos de Estados Unidos pero creo que

en Italia podría tener más posibilidades, estar más minutos en cancha y mejorar mi rendimiento.

Con tu edad, cómo sobrellevás esta experiencia en Europa.

La verdad que extraño mucho. De todas formas vivo con Nicolás Gianella y además está Montecchia y Palladino. Somos cuatro argentinos por lo que la distancia se hace un poco más llevadera. Igual hablo mucho con mis padres.

(Su novia esperaba en el hall del hotel el final de la entrevista).

También sigo algunas noticias por Internet.

Los días de Delfino en Calabria transcurren entre partidos y entrenamientos y el esfuerzo por aprender un idioma que, si bien bastante parecido al nuestro, constituye todavía para él un problema pendiente por resolver.

Vive en un complejo que el club tiene en la misma ciudad, más bien pequeña aunque apasionada por el deporte. Así se vive muy de cerca el deporte. En fútbol está el Reggina, en la Primera, y también hay un equipo campeón en voley. Es un lugar chico pero de gente muy cálida que me recibe muy bien.

El tiempo apremia. Después de una charla a puertas cerradas entre cuerpo técnico y equipo, el Reggio se apresta a partir rumbo al polideportivo Carlos Cerutti para disputar la final de cuadrangular con Atenas y en el que Delfino espera tener una nueva posibilidad para demostrar sus virtudes.