Opinión |
De la mano de Kostunica
la calma retorna a Belgrado
Por Pedro BriegerEnviado especial
Después de una semana de manifestaciones callejeras, el líder opositor Vojislav Kostunica juró ayer como nuevo presidente de Yugoslavia y la calma retornó a este atribulado país de los Balcanes.
Es un momento histórico para Yugoslavia, ya que es la primera vez en 13 años que un político de la oposición logra derrotar a Slobodan Milosevic.
Por fin Belgrado amaneció ayer en calma, y no solamente por ser sábado, ya que el viernes a la noche una multitud se mantenía en guardia frente a los restos incendiados del Parlamento.
"Por si pasa algo seguimos de guardia", dijo a Télam-SNI Marko, un joven que lucía orgulloso una de las remeras más codiciadas: negra, con un puño cerrado en blanco, y la inscripción resistencia hasta la victoria. La consigna más coreada por la multitud, como en los días anteriores, fue "salven a Serbia, maten a Slobo".
Algunos de los actores y personalidades más famosos se presentaron a última hora para seguir entusiasmados a la multitud. Pero no todos fueron bien recibidos.
"Ahora nadie quiere perderse el tren y todos se suben al caballo de la victoria -aseguró Marko-, incluso los que antes se paseaban de la mano con Milosevic, como la cantante Lepa Brena y su marido, el conocido tenista Slobodan Zivojinovic".
Ambos fueron abucheados por la multitud cuando llegaron a "sumarse" a la oposición.
A las diez y media de la noche del viernes, miles de personas estallaron en gritos porque Milosevic reconoció oficialmente por televisión que Kostunica había ganado las elecciones. Era lo que todos esperaban. Kostunica no juró como nuevo presidente en el Parlamento, donde debería haberse realizado la ceremonia oficial, debido al estado en que quedó el edificio después de haber sido incendiado por los manifestantes, el jueves pasado.
Por eso la ceremonia oficial se realizó en el Palacio de Convenciones más importante de la ciudad, cruzando el río Sava, en la parte moderna de Belgrado. En la "Nueva Belgrado" -como llaman al sector de la ciudad que fue construido principalmente después de la Segunda Guerra Mundial- se encuentran los hoteles más modernos y algunos de los edificios más imponentes.
Pero también están los restos de la Embajada China y del edificio que albergaba a la televisión oficial, ambos destruidos por las bombas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el año pasado.
En el Palacio de Convenciones de Belgrado no hubo manifestantes ni gritos, solamente la presencia de periodistas de todo el mundo que estaban para testimoniar la jura del nuevo presidente y de los nuevos parlamentarios, elegidos el 24 de setiembre último.
La llegada al poder de Kostunica se realizó en el más absoluto caos. Todos querían registrar este momento histórico y se abalanzaban sobre el presidente.
Pero el caos fue "bienvenido", porque durante los largos años que gobernó Milosevic nadie podía acercarse al primer mandatario.
Los escasos policías que se encontraban en el lugar no intervinieron y parecían más preocupados por custodiar los autos de los embajadores especialmente invitados para la ceremonia, que por hacer cumplir el "orden". Un periodista de la televisión serbia, acostumbrado a lidiar con ceremonias oficiales, asegura que él era de los pocos que podía acercase a Milosevic por razones obvias de trabajo, pero la gente veía al presidente sólo por TV.
"Kostunica -señaló- siempre está disponible y cualquiera se le puede acercar, y eso para la gente es muy importante. Ahora tenemos un presidente de carne y hueso".
No cabe la menor duda de que en Belgrado se respira un clima muy especial y libertario. Hasta los soldados, acostumbrados a una actitud agresiva, quieren conversar y dar su opinión sobre lo que sucede en el país.
Frente a los restos del Ministerio de Defensa, que también fue destruido por los bombardeos de la OTAN, un soldado hace guardia y no tiene ningún inconveniente en decir que el también votó por Kostunica.
"¿Por quién si no? -preguntó- En el ejército el 80 por ciento de los soldados votó por Kostunica".
Sonriendo, aseguró que lo único que le molestó en la última semana fue usar el chaleco antibalas por algunas horas. Nuevos vientos soplan en Yugoslavia, y no justamente de los más fríos. Incluso el viento helado que suele soplar por estas épocas cuando comienza el otoño, y que es conocido como koshava, en estos días se apagó. Extraña paradoja: la cadena de radio y televisión de la hija de Milosevic se llama koshava, pero hace dos días que permanece en silencio y nadie sabe si alguna vez volverá a transmitir.
Goran, un joven abogado, está convencido de que la hija de Milosevic tiene miedo de que también le incendien "sus instalaciones" como sucedió el jueves con RTS, la TV oficial.
Como muchos belgradenses, piensa que la familia del ex presidente está en camino a China en el avión que el viernes a la noche despegó en el más absoluto misterio desde el aeropuerto de Belgrado. Pero es posible que sea otro de los tantos rumores y fantasías que circulan en estos momentos por la ciudad. De una cosa sí todos están seguros: Yugoslavia tiene un nuevo presidente que fue elegido por el pueblo. (Télam-SNI).