¿Santa Fe fue depósito provincial de
cenizas de los hornos pirolíticos?
Documentación que muestra a Los Caniles como el "destino final". Se transportaron desde Empalme Villa Constitución hacia nuestra ciudad. El enterramiento se concretó en Los Caniles durante 1995. No se sabe qué ocurrió antes y después de esa fecha.
Desde hace algún tiempo se vienen ventilando detalles de la polémica sobre el destino y calidad de las cenizas de los hornos pirolíticos provenientes de la firma Sanitek de la vecina ciudad de Santo Tomé.
Hace dos semanas El Litoral publicaba documentación en la que se demostraba de manera fidedigna que el enterramiento de cenizas provenientes de la empresa santotomesina habían tenido como destino el relleno sanitario desde su habilitación hasta finales de 1999 y, presumiblemente, en el volcadero municipal desde la habilitación de la planta hasta 1997.
Nueva documentación muestra ahora que otra empresa que trabaja en el sur provincial, Cineres, también estuvo enterrando cenizas -no se sabe de qué procedencia eran los residuos patológicos- en Los Caniles, es decir, en el volcadero que la Municipalidad de Santa Fe tenía en el norte de la ciudad.
En efecto, dos remitos del 14 y 15 de diciembre de 1995 expresan que han sido trasladados desde Empalme Villa Constitución 146 tambores conteniendo cenizas hacia nuestra ciudad y, ratificando la operación, la empresa 9 de Julio emite el correspondiente certificado.
¿Santa Fe, entonces, se comportó como "destino final" de las cenizas de los hornos pirolíticos de la provincia? ¿Qué ordenanza autorizaba a las empresas a enterrar cenizas de las que no se conocía su procedencia? ¿Tenía Empalme Villa Constitución una zona habilitada para el enterramiento? Estos son algunos de los interrogantes abiertos a partir de la documental.
Finalmente, cabe apuntar que la empresa habla de la inocuidad biológica que, tras la incineración, nadie pone en duda. Pero no se sabe qué calidad tienen las cenizas desde un punto de vista físico-químico y que es el tema en discusión en nuestra ciudad.
Sigue abierta una investigación en la Municipalidad de Santa Fe que todavía no ha logrado determinar qué hay enterrado tanto en el volcadero de Los Caniles y en el relleno sanitario.
Cineres en los remitos 5 y 6 del 14 y 15 de diciembre de 1995, le comunica a la empresa 9 de Julio SA que remite un total de 146 tambores de 200 litros "conteniendo cenizas, resultado de la incineración de residuos patológicos efectuada en los hornos pirolíticos que Cineres posee en su planta de tratamiento sita en la ruta 90, km. 2,5, Empalme Villa Constitución, provincia de Santa Fe".
Se aclara que "las cenizas son biológicamente inertes y se envían acondicionadas con el fin de que vuestra empresa, proceda a su `disposición final' de acuerdo con lo dispuesto por leyes, decretos, reglamentaciones u ordenanzas vigentes (...) en el enterramiento sanitario que vuestra empresa opera en la ciudad capital de Santa Fe o en cualquier otro lugar autorizado para tal fin".
La empresa 9 de Julio SA responde el 14 de diciembre que "efectuó la disposición final -en el volcadero municipal de la ciudad de Santa Fe- el contenido de 76 tambores con cenizas" de la firma Cineres, para despejar cualquier duda.
Santo Tomé (De nuestra agencia).- Luis Bonacina y Rodolfo Díaz, se presentaron en la sede del juzgado de la 9na. Nominación, iniciando contra la Municipalidad, un recurso contencioso administrativo sumario, de protección del medio ambiente.
Los vecinos promueven la acción basándose en la tutela de intereses simples o difusos, vinculados con la salud pública y la protección del medio ambiente, y "ante la omisión, que en tal sentido, viene incurriendo la Municipalidad, por el incumplimiento a sus deberes de control derivados de su poder de policía, con juridicción sobre el domicilio ubicado en ruta 19, km. 3.8".
En la documental interpuesta se señala que, en las inmediaciones de la planta, residen en forma permanente sesenta familias que ocupan fincas del tipo minifundarias.
Argumentan que "desde hace un tiempo comenzaron a percibirse los efectos perjudiciales y nocivos de tal establecimiento, en especial derivados de la volatilización de cenizas, polvo en suspensión, gases tóxicos del proceso de quema, virtualmente contaminantes de las napas acuíferas y medio ambiente".
Agregan que tal situación "conlleva un riesgo para la salud vecinal de grandes dimensiones, habiéndose detectado reacciones bronquiales y dermatológicas en pobladores de la zona, afectando el medio ambiente y la ecología de la región".
Los vecinos cuentan con el patrocinio letrado de los doctores Atilio Schweizer y Julio Chemez.