Colgante: se abre el debate sobre su color
La Comisión de Patrimonio subraya que más de un color rompería visualmente su unidad. El gobernador Carlos Reutemann y algunos funcionarios lo imaginan rojo, blanco y azul, como la bandera de Santa Fe.
¿De qué color le gustaría a la mayoría ver renacer al Puente Colgante? A esa pregunta seguramente habrán respondido los miembros del Ministerio de Hacienda y Obras Públicas que tienen en sus manos una decisión difícil: elegir la pintura para la emblemática obra de reconstrucción.
El arquitecto Carlos Borra, secretario de Obras Públicas, dialogó con El Litoral sobre un tema que desde hace tiempo preocupa a la Comisión de Defensa del Patrimonio Cultural: que no haya más de un color, porque se rompería su unidad visual.
El titular de la comisión, arquitecto Carlos Reinante, recurrió a un ejemplo fácil de imaginar: si se pinta un cubo de dos colores, visualmente el cubo se quiebra en dos.
Por otra parte, entre los funcionarios que han llevado adelante el proceso de llamado a licitación, la gestión ante organismos financieros internacionales, y reservaron para la provincia el gerenciamiento de la obra, existe la convicción de que sería un acierto preguntar a los propios santafesinos cómo quieren volver a verlo.
Borra explicó que no se piensa en un debate abierto a la amplia imaginación de los ciudadanos que sean consultados, sino que se presentarían tres alternativas, dos de ellas guiadas por criterios urbanísticos diferentes, y una tercera, más compleja y polémica, porque involucraría los tres colores de la bandera santafesina.
Así, se trataría de elegir entre el gris similar al que tenía cuando cayó, el color terracota original que tuvo cuando se construyó según lo que revelaron estudios sobre las sucesivas capas de pintura, o una verdadera innovación: el rojo, blanco y azul de la bandera santafesina, o si se prefiere los emblemáticos colores del pabellón de la Invencible Provincia de Santa Fe.
Según lo que reconoce el propio secretario de Obras Públicas esta idea es la que más entusiasma al gobernador Carlos Reutemann y el ministro del área Juan Carlos Mercier.
Los impulsores del pintado tricolor han expresado en conversaciones sobre este tema que han visto en el puente sobre el Támesis (en Londres) algunas tonalidades azulinas y rojizas de la bandera inglesa.
La presentación de las opciones se está desarrollando mediante el uso de computadoras en la Dirección Provincial de Equipamiento y Construcciones Especiales, informó Borra.
"Las tres opciones se van a presentar a la opinión pública cuando se haya logrado llevarlas a una representación gráfica, que resulte armónica, que no implique una propuesta de mal gusto y que obviamente respete las líneas y la estética general del puente", adelantó Borra.
"A la consulta a la gente la tomamos con la máxima seriedad y es obvio que no vamos a rifar en un acto demagógico o irresponsable el color que tendrá el Puente Colgante. Sabemos que se trata sin dudas del hecho de mayor relevancia urbana en nuestra ciudad en este año y quizá por varios años más", subrayó.
El funcionario dijo claramente que "no se va a rifar" el color que finalmente tenga el Colgante y por eso "se presentarán tres opciones perfectamente compatibles con la obra".
Cabe destacar que cuando se preparaban los pliegos de la licitación, se analizó en algún momento realizar un concurso entre expertos para luego decidir cómo pintarlo. Hoy "no es posible por una cuestión de tiempos".
Borra dijo que -pese a que los trabajos están en marcha y la empresa ya ha pedido que el tema se defina-, aún es posible colocar stands en lugares concurridos y presentar por los medios de comunicación las posibles opciones.
Estimó que el proceso de consulta no debería extenderse por más de 15 ó 20 días.
En el caso de la tonalidad gris, este es el color dominante en el imaginario colectivo porque esa fue su última coloración antes de su caída en la inundación de 1982-'83. Se trata en este caso, de un color probado, que difícilmente provoque desaprobación o rechazos entre el común de la gente.
Otro criterio urbanístico es llevar la reconstrucción del Colgante a una instancia cromática original.
En los intersticios de las barandas originales del puente, entre las vigas de madera que sobrevivieron y hasta en piezas metálicas que quedan en desuso existen zonas en las que el sol casi no ha podido penetrar y por lo tanto puede descubrirse su primer color.
Este criterio avalado por razones históricas tendería a un tono terracota, muy similar al antióxido, con una ventaja extra indiscutible: su practicidad. Ante cualquier eventual problema, bastaría con el antióxido para hacer la reparación y repintado.
En la tercera opción, que los colores de la bandera santafesina estén representados, en franjas, vetas o mezclando los elementos -eso está por decidirse-, las complicaciones son mayores, sobre todo para lograr la armonía.
Borra ha indicado que aunque esta opción cuente con los apoyos del gobernador Reutemann y el ministro Mercier no se llegará a presentar "si no se logra una resolución estética satisfactoria". Por su puesto, la ventaja de esta opción es fundamentalmente simbólica.