"El proyecto Deconstruyendo a Pa nació como un intento de realizar un recordatorio u homenaje a mi padre, Carlos Ragone, que fue quien me inculcó el amor por la imagen y la pasión por el registro de los hechos en pos de conservar la memoria", expresa Vanessa (*).

Ragone era fotógrafo y reportero gráfico en Santa Fe -primero del Nuevo Diario y luego de El Litoral-.

"Santa Fe tiene esa cosa del cine de toda la vida: el Cine Club, el Instituto de Cine... mi viejo me regaló la primera cámara fotográfica cuando tenía 12 años. Cuando decidí ir a estudiar cine, me inscribí en dirección de fotografía, aunque después me dediqué más a la dirección general y producción", rememora ahora, a los 34 años.

"No era un tipo de grandes teorizaciones sino una persona de hechos y así como me enseñó prácticamente fotografía a mí, también lo hizo con mucha otra gente en Santa Fe".

Venessa expresa que siempre ha estado rodeada de fotos de su padre y de las historias alrededor de cada una de esas fotos -desde fotos de Paco Urondo en El Retablillo de Maese Pedro, hasta los tanques llevando a los soldados a Malvinas-.

"Durante la dictadura militar vi a mi padre quemar cientos de fotos y negativos de marchas y manifestaciones para evitar que a través de ellas se pudiera señalar a alguien".

A través de la experiencia de acompañar a su padre en sus investigaciones periodísticas Vanessa tomó contacto con duras realidades sociales. "En esos años no vivíamos en este mundo del reality show ni de los noticieros que nos presentan la muerte, el hambre, la miseria como un plato más que se sirve en la mesa familiar. Siempre me impacta ver cómo nos vamos insensibilizando ante las imágenes y podemos ver sin mosquearnos los horrores más increíbles. Mi padre siempre tuvo un enorme cuidado en no banalizar las situaciones que fotografiaba y aunque tuvieran una enorme carga dramática siempre rescataba en la construcción de sus imágenes los valores más intrínsecos del ser humano. Era un fotógrafo sensible y respetuoso de sus "sujetos".

"Un par de años después de que él murió comencé a entender con más claridad estas concepciones estéticas y éticas de su trabajo y comencé a rescatar su archivo fotográfico, en principio revolviendo y ubicando una gran cantidad de fotos periodísticas extraordinarias: la llegada de Perón a Ezeiza, Monzón, Reutemann, la venida del Papa, una serie de aborígenes en San Javier, una serie de gente en el basural de Santa Fe, etc... y mezcladas con esas fotos, enorme cantidad de fotos familiares", cuenta Vanessa.

"Ambos grupos de fotos me dieron la idea de trazar un paralelo entre las imágenes de la Argentina en los 30 últimos años del siglo anterior y las imágenes familiares de mis primeros 30 años de vida. Tanto en un grupo de imágenes como en el otro hay personajes que están y luego desaparecen, algunos que aparecen intermitentemente, algunos que aparecen hacia el final, etc.".

Es decir trazar una línea entre el archivo familiar -usado como hilo conductor- y el archivo histórico o periodístico. También trabajará con testimonios de gente que conoció a Ragone y tiene algo que decir acerca de su trabajo como fotógrafo.

A los fines del proyecto, que requerirá de una etapa de trabajo en Santa Fe, Vanessa realizará parte de su investigación en archivos locales.

Gracias a este proyecto Vanessa ganó un premio del Fondo Nacional de las Artes que consiste en una beca para realizar el proyecto. "Es una suma de dinero que permite comenzar a trabajar a la vez que, junto con mi socia Florencia Enghel, seguimos buscando algunos aportes para poder concluir el documental".

Será un documental de 30 minutos que podrá ser televisado, y esperan terminarlo para principios del 2002.

Las personas que hayan conocido a Carlos Ragone y/o tengan alguna foto tomada por él, pueden comunicarse con Vanessa al e-mail: [email protected] o al teléfono/fax 011-4776-2842.