Santa Fe demolió a Santiago del Estero
Fue en el cierre del certamen de Ascenso del Argentino 2001. La victoria por casi un centenar de puntos, redondeó una performance altamente positiva. El representativo de nuestro medio se erigió en el único líder de la subzona Norte del certamen.
Con otra convincente actuación, el Seleccionado de la Unión Santafesina de Rugby derrotó en la víspera a su par de la Unión Santiagueña por un categórico 99 a 10, concluyendo como único líder de la subzona Norte del Campeonato Argentino de Ascenso 2001.
En primer término, debe recordarse que debido a la ausencia de los rugbiers del Santiago Lawn Tennis Club y de Old Lions (están pugnando por el ascenso en el Regional del Noroeste 2002), el representativo santiagueño se constituyó en el rival más endeble del grupo.
Sin embargo, no puede menos que destacarse la solvencia denotada por el combinado santafesino, que con excepción de algunas "distracciones" en el comienzo del encuentro, volvió a ratificar su solidez individual y colectiva.
Todos y cada uno de sus integrantes poseyeron la suficiente paciencia y convicción como para cumplir con las "misiones" inherentes a cada una de las posiciones del equipo.
Por ende, apenas se insinuó el esperado afianzamiento en la obtención, el control y la utilización de la pelota, surgió la dinámica deseada y a partir de ella, se generaron los espacios necesarios como para comenzar a pergeñar una diferencia indescontable.
La producción santafesina resultó homogénea en el contexto general del encuentro, pese a que se hizo más evidente en el complemento, producto del desgaste provocado por su permanente aluvión ofensivo.
La etapa inicial proyectó un 39 a 10 que pudo ser mayor. En el complemento, la irrupción de todos los cambios posibles no melló el accionar de los locales, sino que hasta los insufló de reservas físicas más que valorables en una tarde como la de ayer.
Es que pese a lucir en buenas condiciones, el campo de juego estaba "pesado" para transitarlo en velocidad, a lo que se sumaron las dificultades propias que en materia de handling provocan la lluvia (por momentos intensa) y la pelota permanentemente mojada.
Hubo lapsos prolongados en los que Santa Fe fue impiadoso. Lució tremendamente efectivo en la contención y recuperación de la pelota, destacándose el empuje en el scrum, el orden táctico para defender y la notoria superioridad numérica impuesta en las formaciones espontáneas.
Si a ello se suma una criteriosa elección de las formas de ataque, queda claro que fueron muy pocas las posibilidades con las que contaron los santiagueños para intentar cambiar el curso del partido.
Ante todo debe resaltarse lo convincente que resultó el accionar colectivo santafesino. Partiendo del hecho de que ayer tuvieron oportunidad de jugar la totalidad de sus integrantes habilitados para hacerlo, y ninguno desentonó.
Resultaron "palpables" los deseos de jugar que tienen todos y cada uno de los rugbiers que conforman un grupo que funciona plenamente como tal, con todo el beneficio que ello implica para este deporte.
Además, hubo tareas individuales descollantes como las de Leopoldo Maillot, Pablo Calanchini y Andrés Irigoyen, que supieron discernir con precisión en qué momento apostar a las acciones personales, o bien utilizar sus condiciones en beneficio de un compañero ubicado en apoyo.
Por encima de la grandilocuencia de un resultado inusual para estas lides, se trató de una despedida acorde con los merecimientos denotados por un SELECCIONADO (con mayúsculas) que amén de sus condiciones técnico-tácticas, parece haber comprendido a la perfección cuáles son las cuestiones prioritarias para un juego que cada día parece multiplicar tanto las exigencias como las satisfacciones.
Enhorabuena Santa Fe, el futuro se avizora promisorio...
El encuentro se disputó en el Club Universitario, ante un discreto marco de público y con el correcto arbitraje del cordobés Javier Mancuso.
César Miño