Educación: EDUC-01

Las neurociencias y los nuevos
fundamentos de la conducta

Salva. DR. BONANNI REY afirmó que en la Argentina hubo una época en que profesionales de bajísimo nivel se metieron en el poder y sostuvieron la ignorancia porque no podían competir con la sabiduría.

Los conceptos más actuales inciden en el campo de la educación. Se aprende conectando neuronas y conformando circuitos que se traducen en funciones y en actos. La neurobiología exige de la psicoterapia fundamentos científicos.


El grado de avance de las neurociencias promete llegar en poco tiempo más a una explicación, un fundamento matemático-molecular de la conducta, revolucionando los conceptos habituales acerca del comportamiento humano, con la incidencia que es dable imaginar sobre las teorías del aprendizaje.

Sobre esta temática se explayó el reconocido psiquiatra y neurobiólogo, Dr. Roberto A. Bonanni Rey, que estuvo en nuestra ciudad en un ciclo realizado en la Facultad de Bioquímica-UNL y dio una conferencia la Bolsa de Comercio.

-Ante la posibilidad de explicación matemático-molecular de la conducta, ¿qué harán los psicólogos y psicoanalistas?

-Estudiar. La neurobiología aplicada a la conducta no es una cosa tan nueva como parece. Su inventor fue Hipócrates, quien fue el primero en plantear el concepto de cronobiología del comportamiento y localizar como sustrato fundamental de la conducta al cerebro. Y es justamente la escuela galénica la que dice que poder distinguir lo bueno de lo malo procede del cerebro.

Fue posteriormente que todas las escuelas filosóficas comenzaron a desarrollar la idea de que la conducta era básicamente problema del aprendizaje. Lo psicológico estaba más del lado de la filosofía y de las ciencias sociales que de la biología, y todo se explicaba por la educación.

Hoy se hace una combinación de ambas cosas. La educación implica una base fisiológica que va desde el manejo de los neurotransmisores, la conexión de neuronas, a cuestiones anatomofisicoquímicas.

-Pero con la psicoterapia se han resuelto problemas...

-Ciertamente que con ella se comenzaron a resolver muchos problemas de la patología mental. Y ante esto los biologistas investigaron cuál era el fundamento fisiológico de la psicoterapia, que es nada más y nada menos que la puesta en marcha de circuitos cerebrales. La psicoterapia, con un método u otro, promueve la aparición de circuitos que se traducen en funciones múltiples. Hasta ahora esto se hacía mandando estímulos, viendo luego qué pasaba, pero sin conocer el proceso. Hoy la neurobiología empieza a exigir fundamentos científicos.

-¿Está el psicoanálisis en condiciones de dar esos fundamentos?

-Probablemente no todos los psicoanalistas lo estén, pero muchas escuelas psicoanalíticas se han abierto y han incorporado estos instrumentos.

-Pero la cuestión radica en la formación científica que se debe poseer para ello...

-En medicina todos estamos preparados para hacer exactamente lo mismo, manejamos exactamente los mismos conceptos metodológicos; pero hasta hace unos años esto no ocurría en psiquiatría. Hoy no es así; hoy el psiquiatra se sienta y habla en los mismos términos biológicos y con los mismos métodos de razonamiento que el resto de los médicos.

-Sí, los médicos; pero los psicólogos, los psicoanalistas no son médicos...

-El psicoanálisis generó una escuela casi religiosa. Ser psicoanalista era como pertenecer a, era una filosofía, explicaba las cosas a través de un gurú -con mucho respeto- que había dicho cómo eran las cosas y todos seguían los dogmas y nada se discutía. Hoy es distinto, los psicólogos estudian neurociencias. Eso es lo que está pasando en el mundo, aunque aquí todavía no tanto.

-¿Qué nos retrasa en el aspecto formativo respecto de las neurociencias?

-Es una pregunta que he tratado de contestarme muchas veces. Lo primero que me surge es que es un problema de mercado. Los que eran dueños de ese mercado tan particular, eran dueños absolutos, generando un sistema cerrado muy importante. De pronto aparece arriba de la mesa el nuevo conocimiento y hay que reciclarse. Y no todo el mundo tiene disponibilidad anímica de hacerlo, lleva mucho tiempo en el otro lado y es muy difícil cambiar la actitud. Entonces sostienen el producto, incluso con peleas filosóficas. Ese es un aspecto.

Otro -y fundamental- es el retraso que tiene el país en ciencias. Para ser claro: hay un hito terrible que es la destrucción de la universidad y el desmembramiento de las cúpulas intelectuales que habíamos conquistado durante nuchos años, por parte del gobierno de Onganía. Este `buen señor' desarmó la universidad en 48 horas y esa universidad no se recuperó más en estos años. Porque no se puede recuperar en 20 años lo que se construyó en 80 ó en 100.

Luego hubo otra situación gravísima que se dio con el regreso de Perón y el advenimiento de grupos muy particulares. En esa época la universidad lanzaba a la calle médicos en un año y medio, profesionales de bajísimo nivel, y cuando esos profesionales se metieron en el poder sostuvieron la ignorancia porque no podían competir con la sabiduría. Generaron una cúpula de incapaces, y ésa es la universidad que hoy se está depurando poco a poco y va a llevar unos cuantos años hacerlo.

Graciela Daneri