Es el tono que los santafesinos y quienes visitan la ciudad vieron asomar por estos días en la obra, que ya transita los últimos tramos de su reconstrucción. La elección no fue arbitraria, sino el resultado de un debate que concluyó a mediados de año con un informe en el que constan las justificaciones arquitectónicas para que no haya más de un color sobre la estructura. Ahora, el Colgante tendrá una imagen bien distinta de la que recuerdan quienes lo conocieron antes de su caída, en 1983. El gris metalizado de entonces dio paso al color.

(AREA METROPOLITANA).