Sucesos: SUCE-01

Consideran aclarado el caso Bieler

Archivo/Alem. Alevoso. Bieler fue golpeado por la espalda y una vez reducido, habría sido obligado a beber un poderoso veneno.

Seguridad Personal apresó a un remisero y tres mujeres de la noche. Usaron veneno para matar al empresario. El móvil fue el robo, pero éste no se concretó. Desde anoche el juez Rosciani indaga a los detenidos.


Un hombre y tres mujeres jóvenes fueron detenidos y puestos a disposición del juez de Instrucción Dardo Rosciani; todos ellos están bajo sospecha de haber dado muerte al empresario Norberto Bieler.

Estos son un remisero y sus amigas, en suma, cuatro delincuentes inexpertos que al abandonar la escena del crimen descuidaron algunos detalles que los investigadores supieron aprovechar.

Bieler, de 72 años de edad, apareció muerto el 11 de octubre en el dormitorio de su casa y estuvo claro, desde un primer momento, que había sido asesinado. Quienes ese día entraron en la vivienda de calle Alvear al 3500 lo hallaron maniatado y con signos evidentes de haber sufrido varios golpes en la nuca.

Después, la autopsia ordenada por el Dr. Rosciani revelaría que en realidad Bieler no había muerto a causa de los golpes, sino de la ingesta de un agroquímico altamente tóxico.

El ataque por la espalda y el empleo de veneno seguramente orientaron a los expertos tras los pasos de una mujer o un hombre que no confiaba demasiado en sus fuerzas físicas. Luego, otros indicios -como que el cuerpo de la víctima había sido cargado y depositado sobre la cama- habrían llevado a pensar la posterior intervención de dos o más personas.

A partir de estos escasos elementos la atención de la policía se concentró en las comunicaciones telefónicas y contactos personales establecidos por la víctima en los últimos días de su vida. Así habrían llegado hasta una chica cuyo teléfono celular es su principal herramienta de trabajo.

Un registro telefónico que ahora podría tener un valor de una prueba concluyente, condujo a la detención de la muchacha, también a la captura de su novio y posteriormente al apresamiento de otras dos mujeres que habrían estado junto a aquellos en el momento del crimen.

El hombre detenido no cuenta con antecedentes penales ni registra entradas en sede policial. Otro tanto ocurre con las mujeres, bellas y discretas trabajadoras de la noche santafesina.

No obstante la inocente apariencia de sus miembros la policía sospecha que la banda ya había intentado llegar a Bieler -en anteriores oportunidades- con intención de despojarlo de una abultada suma de dinero y matarlo también, de ser necesario, si acaso resistía o reconocía a uno de ellos.

Por fin, se tiene entendido que entre otros detalles que hablan del absurdo de este cruel homicidio está que los asesinos se fueron con las manos vacías. El dinero que buscaban estaba sólo en su imaginación enfermiza. El dinero, si existía, estaba bien guardado en otro lugar.

Por el momento, mientras el juez indaga a los detenidos, las fuentes policiales prefirieron mantener la reserva de sus identidades.

José Luis Pagés