Política: POLI-02 Advierten sobre el regreso de la teoría de "los dos demonios"
Es por las detenciones de Fernando Vaca Narvaja y Roberto Perdía. Patricia Vaca Narvaja dijo que con el apresamiento de su hermano se quiere reavivarla. Patricia Bullrich pidió mirar hacia adelante.


Ex militantes montoneros y dirigentes de agrupaciones políticas lamentaron que "se intente reavivar la teoría de los dos demonios", con la orden de detención librada por el juez federal Claudio Bonadío contra tres ex jefes montoneros, en el marco de la causa en que se investiga la muerte, desaparición y tortura de una treintena de miembros de esa organización en 1980.

Las detenciones de Fernando Vaca Narvaja y Roberto Cirilo Perdía, sumadas a la orden de detención librada por Bonadío a Interpol contra Mario Eduardo Firmenich, quien se encuentra en Barcelona, ocurrieron a poco más de 15 días del arresto de 46 ex represores acusados de cometer crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar en el país.

Patricia Vaca Narvaja, hermana del ex jefe montonero detenido ayer, consideró que la medida apunta a "reavivar la teoría de los dos demonios", en tanto el ex dirigente montonero Jorge Lewinger expresó su "preocupación y desconcierto" por "el momento" en que se decidió la captura de tres ex miembros de la conducción nacional de montoneros.

"Me preocupa que se intente regenerar la teoría de los dos demonios con la intención política evidente de presionar al gobierno para la liberación de los 45 militares y un civil detenidos y así frenar una revisión del pasado tal como corresponde hacer", indicó Lewinger, cuñado de Horacio Campliglia, una de las víctimas.

Hacia adelante


Por su parte, la candidata a jefa de Gobierno porteño por Unión para Recrear Buenos Aires, Patricia Bullrich, afirmó que "el país tiene que ocuparse de salir de la crisis y mirar hacia adelante en vez de envolvernos en una historia del pasado".

Bullrich, quien militó en la organización hasta febrero de 1979, cuando se distanció de la conducción de Montoneros junto a su entonces cuñado, Rodolfo Galimberti, aclaró que "si bien es una historia del pasado, esto no le quita responsabilidad histórica a cada uno de ellos".

Lamentable


Por otro lado, el dirigente peronista Juan Carlos Dante Gullo expresó que "sería lamentable que a raíz de lo que están viviendo los argentinos, esto forme parte de un toma y daca y obstaculice las posibilidades reales de acceder a la revisión de un pasado que no tiene que ser en nada especulativo, sino que tiene que hallar a todos los actores sociales dispuestos a poner sobre la mesa la verdad".

Asimismo, el ex dirigente de la Juventud Peronista, preso durante el gobierno de Isabel Perón, dijo que "no cabe duda de que con esto se apunta manifiestamente la artillería para reavivar la teoría de los dos demonios" y consideró que, de ser así, "sería penoso".

En tanto, Andrés Poggi -jefe de la Juventud Peronista en la década del 60 y 70, y enfrentado con Montoneros en aquella época- destacó que "pese a las diferencias ideológicas durísimas con ellos y a pesar de sus errores de percepción de la realidad, estas dos personas, especialmente Perdía, tenían la intención de servir al pueblo y la patria, aunque de una forma equivocada".

"Se está empezando a construir nuevamente la teoría de los dos demonios. Yo no adscribo a ella, porque hay un gran demonio que no está involucrado, que es el monstruo de la patria financiera que tiene nombre y apellido y está esquivándole el bulto a la Justicia", añadió.

Operación guardamuebles


La Operación guardamuebles fue bautizada así porque en 1979 se escondieron en locales con ese destino armas y documentos de Montoneros, luego del fracaso de una primera contraofensiva.

Un año después, en 1980, 17 militantes -entre ellos dos menores- fueron secuestrados y desaparecieron apenas regresaron al país para otro intento de contraofensiva.

La primera contraofensiva fue "aproximadamente en noviembre de 1979", y ante el fracaso "los militantes prófugos se repliegan al exterior", detalló el juez Claudio Bonadío.

"El material salvado de la acción de las fuerzas es depositado en empresas guardamuebles, previendo su retiro para continuar la actividad entre febrero y marzo de 1980. Esto en gran parte es desbaratado al efectuarse procedimientos sobre dichas empresas y secuestrarse la casi totalidad del material", continuó.

Bonadío destacó que el primero de estos detenidos fue Angel Carbajal, el 21 de febrero de 1980, dentro de uno de los guardamuebles que ya estaban "sometidos a vigilancia" por los militares.

"El inicio de las detenciones se debió a la detención de una persona que pretendía retirar muebles de un guardamuebles de la ciudad de Buenos Aires", refirió.

Bonadío hizo referencia a un instructivo redactado para el Regimiento de Infantería 1 de Patricios sobre cómo debían hacerse las inspecciones a los guardamuebles, "a los fines de encontrar armas, equipos de comunicaciones, documentos o dinero `embutidos' o escondidos en los muebles", fechado el 9 de enero de 1980, antes de la segunda contraofensiva.

"Sin duda los miembros de la conducción nacional de Montoneros siempre debían haber tomado todos los recaudos necesarios para que sus decisiones no fueran funcionales a la estructura ilegal de la represión", evaluó el magistrado.

El juez destacó que "además, ordenaron que se utilicen los mismos canales para recoger armas y equipos de comunicaciones que se habían ya utilizado durante 1979".

Bonadío basó su resolución en tres informes de inteligencia de la dictadura, en dichos de testigos como Miguel Bonasso y en una conferencia en la que uno de los apresados, Perdía, admitió que Montoneros podía estar infiltrada, antes de la contraofensiva del '80.