El Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró hoy que el presidente Néstor Kirchner "no está enojado" con el vicepresidente, Daniel Scioli, sino que "tomó una decisión", al plantear su posición en torno de la anulación de las leyes del perdón.
El funcionario aclaró que "no es un problema de enojos o no enojos", y aseguró que el conflicto entre Kirchner y Scioli es un "tema concluido" para el gobierno.
Su colega de Interior, Aníbal Fernández, también se preocupó en dar por finalizado el contrapunto entre el jefe del Estado y el vicepresidente, y rechazó que la gente esté "alterada" por estas diferencias en la cumbre del Poder.
"No está nadie alterado. Yo no conozco a nadie que en el supermercado diga: `Apurate que quiero ir a mi casa a ver qué pasa con Scioli y Kirchner"', ironizó el jefe de la cartera política y destacó que, a su juicio, la "plusvalía de este gobierno es que no es hipócrita".
El ministro del Interior concedió, no obstante, que "en el peor de los casos, es una discusión" entre el presidente y el vicepresidente, tras lo cual se preguntó: "¿qué tiene de malo que un gobierno discuta?. No estamos hablando de un gobierno de idiotas, donde todo el mundo dice que sí con la cabeza porque el otro marca con la batuta", agregó.
