Area Metropolitana: AREA-02 Un silo será la sede en Rosario de un museo de arte contemporáneo

Celina Mutti Olivera. IMPONENTE. El silo Davis será pintado a brocha gorda por quien gane un concurso nacional convocado para tal fin.
Marcado contraste con el abandono que reina en el Molino Franchino. Cobijará una colección de 300 obras de artistas nacionales, reunidas por el Museo Castagnino. Está ubicado en un área urbana imponente, sobre una barranca del Paraná. Esperan inaugurarlo antes de fin de año.


Rosario (C).- Un histórico silo para almacenamiento de granos es el lugar elegido para que funcione el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario a inaugurarse antes de fin de año. El impactante predio de diez pisos, ubicado detrás de la estación ferroviaria Rosario Norte y sobre la costa barrancosa del Paraná, contendrá una colección de 300 obras de primer nivel, reunidas por el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino. Ahora, en las tareas de alistamiento, al edificio se le lavará la cara mediante un concurso de pintura en el que participarán artistas de todo el país.

El museo resignificará el fantástico predio que implica, a la vez, una referencia iconográfica ineludible de la identidad rosarina, ciudad que se expandió en buena medida en base a su actividad granaria. El contexto robustece esa singularidad, ya que el río es constitutivo de la vida cultural y recreativa urbana.

La reunión de las obras a exhibirse en el antiguo silo Davis surgió a raíz de una iniciativa de la Fundación Antorchas que hace tres años convocó a los museos a un concurso de proyectos. El ganador recibiría una donación de 27 obras a cambio de una contraprestación. El Museo Castagnino de Rosario, luego de un incumplimiento del ganador en primer término del concurso, propuso sumar a la donación de Antorchas otras 200 obras de prestigiosos artistas nacionales. La iniciativa fue del director del Castagnino, Fernando Farina, quien recibió como respuesta donaciones de un centenar de artistas plásticos. Entre los que figuran Guillermo Kuitca, Clorindo Testa, Nicola Costantino, Graciela Sacco, Ernesto Ballesteros, Pablo Suárez y Liliana Porter entre otros.

Concurso nacional


Ahora la Municipalidad de Rosario lanzó un nuevo certamen al que invitó a artistas para pintar los ocho cilindros que definen la estructura del silo y futuro museo. La convocatoria es para proyectos individuales o grupales y la recibieron artistas de todo el país. La actividad recibió la esponsoría de Alba y la Fundación Andreani, por lo que las características y detalles de planos y vistas del museo pueden consultarse en los sitios www.alba.com.ar y www.fundacionandreani.org.ar.

La obra resaltará en el marco de otras que implican la parquización del entorno, sobre las barrancas, y la recuperación de un viejo túnel al lado de la Avenida de la Costa. Integrarán el jurado los artistas plásticos Clorindo Testa, Luis Fernando Benedit y Luis Felipe Noé. Los postulantes, que concursarán por un premio de 4 mil pesos, deben presentar sus diseños antes del 15 de noviembre en el museo Castagnino (Pellegrini 2202, teléfono 0341-4802542).

"Ya está asegurada la colección a exhibir y se está editando un libro como catálogo que va a ser una referencia de primer nivel en arte argentino", dijo Farina a El Litoral. El director del Museo Castagnino precisó que la Fundación Castagnino está invitando a empresas y particulares a ser miembros fundadores del nuevo museo mediante contribuciones que permitan enriquecer la colección, es decir, incorporar más obras.

Sin rumbo definido


En setiembre del año pasado, con la presencia de autoridades municipales y provinciales, se había llevado a cabo un improvisado acto de entrega de llaves del ex Molino Franchino a la Fundación Santa Fe Activa, que había recibido el inmueble en comodato para plasmar un proyecto laboral y solidario para chicos con conflictos penales.

El hecho generó no pocas expectativas, habida cuenta de la oportunidad que se presentaba para recuperar el céntrico edificio, convertido hasta allí en tierra de nadie mientras sobrevivía a un lento proceso judicial de quiebra, que sigue teniendo como protagonistas a la firma propietaria del inmueble y el Banco de Santa Fe Sociedad Anónima, cuando era estatal.

Pero a más de un año de anunciarse el proyecto, el único beneficio que recibió el predio fue contar con vigilancia policial las 24 horas. También se hicieron arreglos en las aberturas y se acondicionó un sector del inmueble, que ahora sirve de refugio para los uniformados que pernoctan en el lugar.

�Qué pasó con el proyecto de la fundación? El síndico de la quiebra, Héctor Luis Donnet, expresó que el emprendimiento pudo haber fracasado porque la ONG "no dispuso de los recursos necesarios o tuvo inconvenientes para reclutar a los chicos" de entre 17 y 20 años que participarían de los procesos industriales que se iban a instalar allí.

El Litoral intentó en vano dialogar con los responsables de la Fundación. Lo cierto es que el comodato vence el 31 de diciembre y lo único que se concretó del proyecto es poner el inmueble a salvo de intrusos y de actos vandálicos, aunque su deterioro es cada vez más visible.