Pecados capitales
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Ayer aquí, en esta "europeizada" Mendoza, que está cada vez más linda y no parece una ciudad argentina, Unión tuvo todo para ganar los tres puntos en juego. Y en parte hizo casi todo bien para cumplir ese objetivo de máxima que se esconde detrás de sus necesidades imperiosas.
Sólo que ahora, contra el "Tomba", Unión le agregó un condimento "extra": esta vez erró muchos goles y varios de ellos parecieron situaciones que rayaron el grotesco. Como las dos del "Negro" Alves cuando se morían los primeros 45 minutos; la segunda de ellas prácticamente con el arco vacío.
En este tema, el de la definición, Unión convive con algunas realidades concretas: 1) el único que realmente la mete es César Pereyra; 2) no hay mayores diferencias en la "18" para las rachas que tienen Alves, Weisheim o el mismo Real, porque los tres están lejos de la efectividad de Pereyra; 3) les cuesta mucho a los volantes de Unión llegar al gol, como para auxiliar la sequía de los delanteros.
La libreta de apuntes habla de unas diez situaciones netas de gol en los 90 minutos que se jugaron con la precordillera de Los Andes como escenografía más cercana y con los picos nevados de la verdadera cordillera que nos separa de Chile allá a lo lejos. Y de las diez, Unión embocó una.
Los otros pecados capitales de Unión son más lógicos. Y también más previsibles y entendibles. Ejemplo 1: Maisterra estaba amonestado y ya Beligoy le había perdonado el hecho de tocar una pelota con la mano. Entonces, la ingenuidad de potrero del "Pitu" García fue de la mano con su fresca gambeta: el "10" de Unión supera al "5" de Godoy Cruz que le comete infracción. Allí, un jugador maduro se hubiera dejado caer y obligaba la expulsión. ¿Hace falta decir que la historia siguió con el zurdo avanzando sin especular y que con Maisterra no pasó nada?
Ejemplo 2: en el mismo rubro se puede mencionar que Duarte, el marcapunta izquierdo de Godoy Cruz también tenía amarilla. Sin embargo, en el complemento, nunca fue Pereyra a jugar de wing derecho para obligarlo en el pie a pie. Se quedó recostado en la izquierda el atacante más peligroso de Unión.
Sus banderas en esta guerra impensada son el riesgo que toma el triunvirato técnico en mandar el equipo al frente y el coraje de jugadores como Zapata, "Pitu" García, Marchant, Pereyra y ayer Peirotti para pedir la pelota y querer jugar por abajo. Se sabe, en este tipo de partidos el balón es de hierro por lo que pesa para los jugadores de Unión.
Es cierto que depende de Unión todavía. Pero el margen de error se achica y el tiempo se acaba. Quedan dos caminos: 1) estos pecados capitales de jugar bien y errar goles "a rolete" lo terminan matando; 2) o bien "se le abre el arco" y entran en las cuatro decisivas fechas finales todos los goles que no se le dieron en los últimos tres juegos contra San Juan, Tres Arroyos y el Tomba acá en Mendoza.
El momento por el cual pasa la capacidad goleadora de César Pereyra, el chico que llegó desde Villa Ocampo a las inferiores tatengues. Con el grito de ayer aquí en Mendoza llegó a 9 goles en total, los que lo ponen como el máximo artillero de Unión en toda la temporada. Lo dejó atrás a Hugo Alves que se quedó con 8 conquistas. No patea penales y recién ahora se está animando en los tiros libres. Lo está siguiendo la empresa de Oscar Passet.
"Acción deportiva" es el nombre de la gerenciadora que se hizo cargo del fútbol profesional de Godoy Cruz Antonio Tomba y puso a todo su plantel al día en el rubro primas, sueldos y premios. La cabeza visible es José Manzur, un fuerte empresario local de 40 años que es propietario del "Reina Victoria, suites & towers", un lujoso apart hotel que actualmente está de moda en Mendoza. Todo un ejemplo.
Darío Pignatadpignata@litoral.com.ar