"Educación, política y cultura, son dimensiones indisociables"

Es imperativo agudizar las lecturas para pensar las transformaciones educativas, afirmó Alicia de Alba. FOTO: NÉSTOR GALLEGOS.. 

Alicia de Alba reflexionó sobre la educación en contextos de crisis. La pensadora fustigó sobre el fracaso que genera copiar modelos educativos foráneos. Resaltó la capacidad de los educadores de seguir siendo actores activos en los peores escenarios sociales.

En el marco del 2° Congreso Internacional de Educación, -realizado en nuestra ciudad durante el pasado mes de octubre-, importantes pensadores latinoamericanos transitaron por las aulas de la facultad de Humanidades y Ciencias, debatiendo junto a centenares de docentes, la cuestión educativa actual.

Alicia de Alba, reconocida intelectual mexicana, insistió en la necesidad de encontrar en la crisis actual, los espacios para construir una nueva noción de lo educativo, desde la realidad de cada país. La experta trazó a lo largo de la entrevista, sus propias claves de lectura: abordaje complejo de los fenómenos sociales, nuevos sentidos asociados a lo educativo, y el diálogo cultural como forma de dar respuesta a los nuevos analfabetismos.

Identidades en crisis

- ¿Usted piensa que el vínculo entre educación y sociedad está quebrado?

- A pesar de que existe una fractura entre educación y sociedad, los educadores tenemos una gran capacidad para construir, para mantener el sistema educativo funcionando, e incluso, para asumir ciertas funciones que otros sujetos sociales no asumen. Esto es muy importante, pero al mismo tiempo es un riesgo.

- ¿Cuál es el riesgo?

- No poder construir una identidad mayor, o lo que es lo mismo, la imposibilidad de sostener una mayor fuerza política. Por eso la importancia de hacer lecturas complejas de lo que está sucediendo: por las alianzas posibles y por la necesidad de articular con otros sectores de la sociedad.

- ¿Usted plantea la crisis educativa en términos de una crisis de identidad?

- Si. Hasta donde logro ver algunas puntas de esta problemática, tienen que ver con que la identidad de nosotros como educadores, está siendo erosionada por la situación de crisis. Es importante reconocer los quiebres de nuestra identidad, porque eso nos dará la posibilidad de reconstituirla.

- El marco de análisis obligado de lo educativo es el de un contexto de crisis, fuertemente excluyente...

- Así es. En 1992, el 20% de la población mundial consumía el 80% de lo que se producía, y el 80% consumía menos del 20%. Esta crisis marca el proceso de pase a otra estructuralidad. Por esto es muy importante empezar a hablar de nuestra dificultad de comprender las cosas, y ver cuáles son las significaciones que están emergiendo.

- Pero esto no es sólo una tarea de los docentes...

- El esfuerzo intelectual, social y político de comprensión de los fenómenos sociales no es una tarea individual, y sólo puede hacerse en términos de acción colectiva.

Un pensamiento propio

Uno de los aspectos sobresalientes de la entrevista, fue la insistencia de Alicia de Alba en desarrollar una reflexión genuina para encontrar respuestas.

- Hay un pensamiento latinoamericano sólido, lleno de riquezas, que constituye un ámbito de debate relevante para salir de la situación actual. Por complejas circunstancias, se constituyó un campo de reflexión con identidad propia a partir de problemáticas, sueños y deseos comunes. Esto es una plataforma que deberá desarrollarse a partir de la especificidad de los contextos de cada país.

- Sin embargo, las últimas reformas educativas en nuestro país aplicaron experiencias extranjeras...

- No se debe excluir ninguna voz, pero debemos superar la copia de modelos educativos foráneos: no tienen sentido y nos llevan a formar jóvenes con grandes carencias de contenidos. Sólo desde nuestras propias problemáticas se producirán mejores propuestas. El asunto fundamental es no trasplantar recetas, que estarán siempre destinadas al fracaso.

- Mirar el pasado como salida a la crisis educativa es una tendencia recurrente...

- Los docentes a veces acuden al rescate del pasado, generando respuestas con matices conservadores. Ello tiende a meter a la educación en camisas de fuerza, dificultando encontrar nuevos rumbos. Aquí estamos hablando de quiebres generalizados, donde es necesario desplegar una mirada hacia el pasado, pero con los pies en el presente. Hay valores y situaciones inéditas que como educadores no podemos negar, y que debemos aprehender para poder reposicionarnos.

- ¿La escuela se cierra a ciertas transformaciones?

- Hay un problema de relativa seriedad, y es que somos analfabetos ante ciertos lenguajes nuevos, lo que genera dificultad para asumir nuestra situación como educadores. El tema de las nuevas alfabetizaciones es una cuestión muy poco trabajada en América Latina.

Educación y política

- Usted plantea la cuestión educativa en términos políticos...

- Y en términos culturales también. Las culturas son sistemas de signos, y es a partir de estos que se construye la realidad. Por eso educación, política y cultura es una relación inextricable.

- Es imposible comprender lo educativo por fuera de los procesos culturales...

- Pero es algo que en educación tenemos que trabajar más. Esta es una de las cuestiones que, desde mi punto de vista, tendrían que incorporarse de manera seria en las nuevas propuestas curriculares.

- Aquí entra en juego su concepto de "contacto cultural"...

- Claro, comprender lo cultural como la relación entre marcos semióticos distintos, siempre conflictivos y desiguales. Este es un momento central para entender el intercambio cultural, no como una limitación, sino como una herramienta de articulación y reposicionamiento docente.

Lorena Menaker