-¿En qué consiste su trabajo específico?
-En la caracterización y optimización de celdas solares, también llamadas fotovoltaicas, de silicio amorfo hidrogenado. Realizo esta actividad mediante un programa de computación (software) que simula el comportamiento de la celda solar, y llevo a cabo este trabajo junto con mi director, el doctor Francisco A. Rubinelli. Cabe recordar que estas celdas contienen diversas capas con espesores muy finos de materiales capaces de convertir energía solar en eléctrica.
-¿Por qué es importante investigar en este tema?
-Debido a que conduce a la obtención de una energía limpia y renovable. Hay que tener presente que las energías no renovables, como el petróleo, tienen un tiempo limitado de uso, y que en un futuro no muy lejano se agotarán. Además, éstas producen gases contaminantes que afectan el medio ambiente y a los seres vivos. Con las investigaciones científicas se pretende proporcionar alternativas a la generación de energías convencionales, de la manera más sencilla y eficaz posible.
-¿En qué se aplican las celdas solares?
-Se utilizan para proporcionar la energía que alimenta a satélites que son enviados al espacio, en calculadoras de bolsillo y en la alimentación de la energía eléctrica de una vivienda, por citar unos pocos ejemplos. Asimismo, existen zonas rurales en donde los habitantes no disponen de electricidad y deben abastecerse con energía solar a través de las celdas.
-En términos tan sencillos como sea posible, ¿cómo funciona una celda solar?
-Las celdas solares generan energía eléctrica a través de un principio físico que se conoce como "efecto fotoeléctrico". Cuando un haz de luz impacta sobre un átomo que contiene electrones separa el electrón del núcleo y produce dos cargas, el núcleo queda con una carga positiva y el electrón se lleva la carga negativa. Esto produce la aparición de un par electrón-hueco. El dispositivo se diseña de manera que exista la unión de dos materiales entre los cuales se establece una diferencia de campo eléctrico. Cuando las cargas están en ese campo eléctrico son sometidas a fuerzas y se desplazan hacia los bornes. Las cargas opuestas, al conectar exteriormente un circuito eléctrico con los bornes, se encuentran y se anulan en forma mutua, con lo que dan lugar a un flujo de cargas negativas y positivas, lo que en sí es una corriente eléctrica. Si se mantiene el flujo de fotones, se mantiene la generación de cargas circulando por el circuito y se dispone de una corriente eléctrica.
-¿Qué resultados ha obtenido hasta ahora?
-Se han utilizado diferentes modelos por lo que se debe encontrar el que más se ajusta a las necesidades, según los resultados experimentales proporcionados. También se ha conseguido maximizar la eficiencia de conversión de las celdas en estudio. Esta eficiencia de conversión está dada por la corriente eléctrica que la celda genera versus el flujo de luz que impacta sobre la misma.
-Su actividad, ¿es sólo académica?
-Sí; trabajamos con un grupo de la Universidad de Utrecht, Holanda, que fabrica diferentes tipos de celdas solares y nos proporciona datos experimentales (de laboratorio). En los países desarrollados se construyen celdas solares, pero el proceso es muy complejo y costoso.
-En nuestro país, ¿hay otros científicos trabajando en este tema?
-Sí, en el Intec, de nuestra ciudad, hay un grupo que dirige el Dr. Román Buitrago, y en Buenos Aires existe otro (grupo) que lidera el Dr. Julio Durán.
-¿Cómo se encuentra nuestro país en el desarrollo de la tecnología que emplea celdas solares?
-Prácticamente, no se fabrican celdas de aplicación comercial en Argentina.
-¿Sigue siendo el económico un aspecto definitorio a la hora de fabricarlas?
-Es un fuerte condicionante, pero no el único. El otro tiene que ver con nuestro desarrollo tecnológico.
-¿Cuándo se doctoró?
-En noviembre pasado, y aprovecho esta ocasión para agradecer a la ANPCyT y al Conicet el haber financiado mis estudios de posgrado. También, por supuesto, al personal del Intec por la colaboración y ayuda prestadas.
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