Unos 3.400 millones de personas, más de la mitad de la población mundial, viven en áreas donde al menos un peligro natural puede afectar de forma significativa sus vidas, según un informe difundido esta semana.
El estudio, titulado "Natural Disaster Hotspots: A Global Risk Analysis", y elaborado por el Banco Mundial y la Universidad de Columbia (EE.UU.), presenta una visión global de las zonas con más riesgo de ser afectadas por un desastre natural.
Los expertos han establecido que más de 90 países tienen más de un 10 por ciento de su población en áreas con alto riesgo de mortalidad asociada a dos o más riesgos naturales, como sequías extremas, inundaciones, terremotos, volcanes, ciclones y deslizamientos de tierras.
Taiwán puede ser el lugar de la Tierra más vulnerable a peligros naturales, al estar el 73 por ciento de su población y territorio expuestos a tres o más de los seis fenómenos analizados, según los expertos.
Jeffrey Sachs, director del Instituto de la Tierra, resaltó durante el acto de presentación que el estudio pretende ser "una herramienta" para prevenir los efectos de desastres naturales y poner en marcha políticas que, en definitiva, contribuyan al desarrollo de las zonas con mayor riesgo.
"Después del `tsunami' (maremoto de diciembre pasado en el océano Indico) se ha hablado mucho de sistemas de avisos preventivos, pero eso es sólo una pequeña parte de un problema más amplio", señaló Sachs.
Maryvonne Plessis-Fraissard, directora de Transporte y Desarrollo Urbano en el Banco Mundial, señaló que una buena política de gobierno, de gestión del riesgo y de recursos, es crucial para anticipar y reducir el efecto devastador de peligros naturales.
La experta señaló que el informe, el primero que se realiza a nivel global y que se pretende tenga continuidad con análisis más específicos, es de gran importancia para la labor del Banco Mundial asociada a desastres naturales.
"Es importante, porque la gestión del riesgo no es sólo un asunto de asistencia humanitaria sino de ayuda al desarrollo", subrayó.
Explicó que los desastres naturales tienen un costo de entre el dos y el quince por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en países en desarrollo y señaló que desde 1990 el BM ha prestado unos 43.000 millones de dólares para unos 450 proyectos asociados con desastres naturales.
Añadió que esta institución quiere pasar de forma paulatina de una actitud de reacción a las catástrofes a otra tendiente a incorporar el riesgo de desastre dentro de una estrategia más amplia de desarrollo.
EFE