Una chica de 14 años, que estaba embarazada de casi cinco meses, fue asesinada de un balazo en la espalda en la Villa 20 del barrio porteño de Lugano, en el marco de lo que se denunció como un presunto caso de "gatillo fácil" y por el cual tres policías quedaron detenidos a disposición de la Justicia.

Según pudo saber esta agencia, se trata de tres suboficiales de la comisaría 52 que estaban haciendo tareas de custodia en la villa y que fueron llevados a la Alcaidía de Tribunales, para ser interrogados.

Fuentes vinculadas al caso dijeron a DyN que son dos cabos y un agente que fueron detenidos inmediatamente por el oficial jefe de la seccional a raíz de las contradicciones que surgieron en un primer momento, cuando tuvieron que relatar el episodio.

También se subrayó que "había vainas servidas hasta a 100 metros de distancia de donde cayó la menor", que presentaba un golpe en el ojo y un balazo en el hemitórax posterior derecho.

Camila -tal como se la identificó- tenía 14 años y tres hermanos, estaba embarazada de casi cinco meses y había empezado días atrás la escuela secundaria.

Curiosamente, Camila iba al mismo colegio al que asistía Ezequiel Demonty, el joven que murió ahogado tras ser obligado a nadar en las pestilentes aguas del Riachuelo por un grupo de policías que fueron condenados el año pasado.

La madre de la adolescente, que prefirió identificarse sólo como Norma, contó a DyN que su hija había ido anoche a visitar a su novio, también vecino de la villa 20, y a las 3 de la mañana la chica salió con el muchacho a la puerta de la vivienda "para estar juntos".

Agregó que a sólo unos metros había dos policías que custodiaban la casa de una familia amenazada, que -según los testimonios de los vecinos- estaban discutiendo con unos jóvenes por razones que se desconocen.

"Uno de esos pibes salió corriendo y el policía dio la voz de alto. El novio de mi hija se asustó y salió a correr también. `ííCorré!!', le dijo a ella, pero mi hija no se movió. El novio entró a la casa y cuando salió se encontró con el cadáver de mi hija y un policía que le apuntó y le dijo que se metiera otra vez en la casa", aseguró la madre de la víctima a esta agencia.

Norma llegó momentos después, cuando encontró varios policías haciendo las actuaciones. "No me dieron ninguna explicación. Estoy destrozada y lo único que quiero ahora es justicia", añadió.

De inmediato la mujer llamó a la Defensoría del Pueblo porteño, donde -según sabía- habían ayudado a la madre de Ezequiel Demonty. Y entonces pidió asistencia tras denunciar a los agentes policiales señalados como supuestos responsables.

Por su parte, el defensor adjunto del Pueblo porteño Gustavo Lesbegueris concurrió de inmediato al barrio para tomar testimonios y tratar de reconstruir cómo fue el episodio.

"Por lo que nos dicen, habría sido un caso de `gatillo fácil', porque esta chica no corrió y apareció con un balazo en la espalda. Tenemos entendido que hubo muchos tiros. Así que ahora le vamos a pedir a la Justicia que nos informe qué hicieron con estos agentes que participaron del hecho", dijo el defensor en diálogo con DyN.

Momentos después, surgió la noticia de que la policía ya había separado preventivamente a los agentes señalados y que habían quedado detenidos, a disposición del titular del juzgado de instrucción porteño número 36, Jorge López.

Personal del juzgado también se dirigió a la villa para preservar las pruebas y tomar testimonios.

Las contradictorias explicaciones que dieron los policías involucrados en la muerte de Camila generaron dudas acerca de lo ocurrido en la Villa 20, de tal manera que inmediatamente fueron detenidos y separados del servicio.

Asuntos Internos de la Policía Federal, encargada de investigar cualquier irregularidad o delito cometido por personal de la fuerza de seguridad, trabaja en el caso.

Testigos dijeron a los investigadores que el incidente comenzó con un enfrentamiento entre el grupo de tres policías y dos personas que no fueron identificadas.

Tanto el personal de la comisaría 52 como el de Asuntos Internos se dedicaron de inmediato a la preservación de las pruebas, asegurando la zona donde ocurrieron los hechos.