La actriz Romina Gaetani fue asaltada ayer por dos delincuentes que abordaron su auto en el barrio porteño de Belgrano, la mantuvieron cautiva durante cuatro horas e, incluso, la llevaron a un asentamiento, hasta que la liberaron ilesa, tras robarle 1.000 pesos de un cajero automático.
Su representante, Pedro Rosón, dijo que la actriz pasó "un muy mal momento", ya que los delincuentes se subieron a su auto y la tuvieron retenida durante cuatro horas, en el transcurso de las cuales la llevaron hasta una villa, aunque no la hicieron bajar del vehículo ni la lesionaron.
No obstante, fuentes de la Policía Federal dijeron que se trató de un episodio breve, en el que la actriz fue abordada por los ladrones y liberada luego de retirar dinero de un cajero automático.
Incluso, el jefe de la Circunscripción V de la Policía Federal, comisario Arcadio González, negó que la actriz haya sido llevada a una villa y dijo que el episodio transcurrió en "pocos minutos".
El hecho se inició a las 0.20 de ayer, cuando Gaetani llegaba a su casa, situada en Ciudad de la Paz al 200, a bordo de su Peugeot 307 negro.
Según la policía y su propio representante, la actriz de "Soy gitano" y "Los secretos de papá", entre otras tiras televisivas, fue en ese momento abordada por dos delincuentes que se subieron a su vehículo y la amenazaron con un arma.
Rosón añadió que Romina fue llevada por distintos lugares a lo largo de casi cuatro horas, incluso hasta una villa, cuya ubicación no precisó.
"Lamentablemente, hay que decir que la trataron muy bien; digo que es lamentable que haya que agradecer que no le hayan hecho nada. Por suerte, no la lastimaron, no la hicieron bajar del auto", añadió Rosón.
Para el representante, es probable que los delincuentes la hayan reconocido y que por eso la hayan dejado ir y no hayan proseguido con el secuestro express.
"No hicieron llamados a la familia ni nada. Le robaron dinero del cajero automático, las agendas, su teléfono celular y el libreto de la obra que está ensayando para presentar en el teatro Opera", añadió Rosón.
En tanto, voceros de la policía dijeron que la actriz fue llevada a realizar un recorrido por cajeros automáticos hasta que la despojaron de mil pesos y la liberaron a pocas cuadras de su casa.
Tampoco en esto coincidió la versión de Rosón con la policial, ya que el representante aseguró que la actriz fue abandonada a más de 20 cuadras de su vivienda.
Gaetani radicó la denuncia en la comisaría 31, situada a dos cuadras de donde se inició el episodio.
El asalto del que fue víctima Gaetani cuenta con numerosos antecedentes de actores, actrices y músicos que fueron privados de la libertad por delincuentes.
En julio de 2002, el actor uruguayo Osvaldo Laport, quien fue compañero de Gaetani en la tira "Soy gitano", fue víctima de un intento de secuestro del que se salvó gracias a una arriesgada maniobra automovilística que realizó sobre la ruta Panamericana, en el norte del Gran Buenos Aires.
Y ésa no fue la única vez que Laport fue blanco de delincuentes, ya que tiempo antes había sido asaltado junto a su esposa y su hija por cuatro encapuchados armados, que los amenazaron de muerte y les robaron, según contó entonces su representante.
En agosto, también del 2002, el músico Iván Noble y su esposa Julieta Ortega fueron asaltados en su casa del partido bonaerense de Ituzaingó por ladrones que les robaron dinero, alhajas y el auto en el que circulaban.
Otros famosos, en tanto, vivieron de cerca situaciones de secuestro o intentos de secuestro de familiares, entre ellos Pablo Echarri, cuyo padre, Antonio, estuvo varios días secuestrado en el año 2002 y por cuya liberación pagó un rescate.
En tanto, en mayo de ese año, la actriz y conductora de televisión Moria Casán denunció que un grupo de hombres intentó secuestrar a su hija Sofía Gala en la puerta de su casa, en el partido bonaerense de Ituzaingó.
Otro de los casos que rodeó a una figura del espectáculo fue el supuesto plan para secuestrar a las hijas de Catherine Fulop y Osvaldo Sabatini, aunque luego se determinó que se había tratado de una maniobra policial para mejorar la imagen de la fuerza, por la que una inocente estuvo más de un año detenida.