Un Silguero terminante después de otro empate.
"Hay que ganar los 21 puntos"
El técnico se encargó de resaltar que tiene una buena relación con el plantel y que "no soy el mismo de hace 12 ó 13 años".

Enrique Cruz (h)(Enviado Especial a Córdoba)

El entrenador de Unión dijo que "este Silguero actual cambió mucho del que ustedes conocieron en el "93 o en el "94", y en algo puede ser que tenga razón. El Silguero de aquellos tiempos hubiese reaccionado de manera diferente cuando al final del vibrante y emotivo partido de ayer, varios hinchas de Racing de Córdoba comenzaron a insultarlo. Inclusive, algunos auxiliares que estaban adentro del campo amagaron querer tomarse a golpes de puño con Desvaux y otros integrantes del banco de Unión. Todo porque se festejó -y no era para menos- el gol de Bazán Vera que puso el 2 a 2 definitivo.

"Les dije que se calmaran, nada más. Pero ya me voy, no quiero provocar ningún problema", comentó, dentro del campo de juego, el técnico tatengue. Mientras tanto, los hinchas se agolpaban contra el alambrado, profiriendo todo tipo de insultos.

"Ya está, volvimos a empatar. Desde ahora en más, tenemos que ganar los 21 puntos que faltan", disparó el técnico tatengue. Y al hacer referencia al partido, señaló que "no podemos regalar ni quince minutos. Tenemos que mentalizarnos en que hay que jugar en el mismo nivel los 90 minutos y no dar tantas ventajas como ocurrió en ese pasaje inicial del partido".

Luego, Silguero dijo que "el cambio que se produjo en el segundo tiempo fue mérito de los propios jugadores. Ellos se juramentaron cambiar la actitud. Lo único que hice fue darle algunas indicaciones tácticas, nada más. Ellos solos se hablaron y salieron a vender cara la derrota. Lo consiguieron y por eso me voy muy satisfecho", señaló.

Silguero definió con una frase contundente lo que ocurrió en el vestuario durante el entretiempo: "Los muchachos se "enojaron' y así salieron a jugar el segundo tiempo", tras lo cual señaló que "esto debe servir de escarmiento y de plataforma de lanzamiento para afrontar los siete partidos que faltan. Hay que ganarlos a todos", dijo convencido.

El técnico concluyó señalando que "mi relación con el plantel es buena. Por ahí escucho algunos comentarios que me dan risa, cuando se dice que no tengo buena onda con el plantel, cosa que no es así. Por eso digo que este Silguero es diferente al que ustedes conocieron hace 12 ó 13 años cuando vine a dirigir por primera vez a Unión. En aquella ocasión quería ser técnico, utilero y médico. Ahora no. Antes era autoritario, quizás porque lo consideraba necesario. Ahora soy más democrático. He cambiado", concluyó.