No pudo ser, pero estuve pendiente y quería que Unión le ganara a Racing de Córdoba. Primero porque soy de Unión, y después, porque Racing se transformó en EL RIVAL de mi carrera, después que nos mandó al descenso en el '88.
Me acuerdo de esos partidos como si fuera hoy. En Santa Fe, en la última fecha, le teníamos que ganar sí o sí, y me tocó hacer el gol. No entraba un alfiler en la cancha. Y el "Negro" Altamirano me tiró el centro y lo cabeceé como pude, casi de espalda. Cuando entró, exploté, como toda la gente de Unión.
Después fuimos a la Boca a definir. En los penales, ellos parecían brasileños. El "Flaco" Passet se tiraba bien, pero no erraban una. Y patearon como los dioses. Así que a partir de allí, jugando para San Lorenzo, fue mi rival a vencer siempre.
Estoy preparándome para jugar un torneo de fútbol-playa en Brasil. Voy a representar al país y me estoy entrenando más que cuando era profesional. Estoy enchufado y con muchas ganas porque voy a volver a hacer lo que más me gusta.
Desde que me retiré, hace ya un año y medio, me llovieron ofertas. Pero la decisión estuvo siempre bien madura, así que no me eché atrás.
No sé qué será de mi futuro. Tengo 38 años, soy joven y tengo tiempo para pensar. Por lo pronto, me entretengo con lo que tengo en Arocena. Y ni pienso en ser director técnico, porque esa profesión es una picadora de carne en este país. Me gustaría ser manager deportivo. Pero veo que en la Argentina no está bien difundida esta función. Creo que los dirigentes de fútbol no saben bien qué es y para qué sirve un manager deportivo.
A Unión lo sigo, por supuesto, porque es mi pasión, mi primer amor. Después vino San Lorenzo, otro club al que quiero con locura y me fastidia muchísimo lo que está pasando con un gran tipo como Savino, al que la gente lo vive insultando.
Savino está haciendo lo que puede en un club devastado. Y lo hace con honestidad, algo difícil de encontrar en una clase dirigente que no sabe administrar y que en muchísimos casos va a los clubes a ver de qué forma puede meter la mano en la lata.
Espero que Unión encuentre el rumbo, algo que se va a dar solamente si hay unión. Esa pudo ser, la de volver al club, una materia pendiente. Y estuvimos cerca, hace unos años, cuando volví de Portugal y me hablaron Malvicino y Pumpido. Después no sé bien qué pasó, y terminé en San Lorenzo. Pero hasta había empezado a buscar casa en Santa Fe para vivir.