Economía busca financiamiento


Lavagna no descarta ninguna posibilidad para encontrar cómo hacer frente a las obligaciones del año. Preocupación en las provincias por la posibilidad de que se frenen proyectos. La necesidad de demostrar que "hay vida después del FMI".

CMI

El Ministerio de Economía se encuentra evaluando toda clase de financiamiento alternativo para hacer frente a las obligaciones del año. Incluso, Roberto Lavagna contempla la opción de meter mano en los fondos fiduciarios de obras públicas por una cifra que rondaría los 2.000 millones de pesos.

El trascendido, que implica una repentina ortodoxia festejada por el mercado y analistas, no ha sido bien recibido en las provincias, principal destino de los fondos en un año electoral, y directamente negado desde el Ministerio de Planificación.

Atentos a la antipatía que despierta la medida, desde la Secretaría de Hacienda se adelantaron a negar toda autoría en la iniciativa que implica que su titular, Carlos Mosse, incremente "caja".

Rechazo de Planificación

Desde el Ministerio de Planificación, en tanto, no quieren ni que se mencione la posibilidad de que se frene la obra pública. Es la segunda vez que salen a negar la alternativa. La primera fue cuando economistas, incluidos aquellos cercanos al gobierno, plantearon la necesidad de que se frene la inversión pública como medida para descomprimir la presión que hay sobre los precios.

Ocurre que Planificación es el ministerio que mayor perfil político, no sólo por estar manejado por alguien del riñón de Kirchner, Julio de Vido, sino también por ser el encargado, a través de la utilización de los recursos, de lograr los apoyos políticos.

La idea, que por ahora ninguna dependencia de Economía quiere reconocer, indica que Lavagna se encuentra agotando todos los caminos de financiamiento ante la posibilidad de que se cumpla la profecía del Kirchner: "Hay vida después del FMI".

Hablando en plata

El monto de los fondos fiduciarios que figuran en el Presupuesto 2005 asciende a cerca de 3.500 millones de pesos y los gastos comprometidos proyectados son superiores a 2.000 millones. En parte esos recursos, en distintas cuentas del Banco Nación, se encuentran temporariamente ociosos a la espera de su ejecución.

Las demoras obedecen a los tiempos de las licitaciones y la ejecución de las obras. Previendo esta posibilidad, y como una herramienta de construcción política, el presidente Néstor Kirchner dispuso, vía decreto, la posibilidad de un redireccioamiento de los recursos.

En este sentido, el gobierno podría disponer de unos 2.000 millones de pesos, una cifra que lejos está de cubrir la diferencia entre los ingresos y egresos que tiene el gobierno para este año, de no acordarse un acuerdo de refinanciación de los vencimientos de capital con los organismos financieros internacionales, especialmente el Fondo Monetario Internacional.

De acuerdo con el superávit proyectado en el presupuesto, el gobierno dispondría de unos 6.200 millones de dólares para hacer frente a obligaciones por 13.200 millones de dólares; sólo en agosto debe pagar 2.500 millones de dólares.

Si para dicho mes no se alcanza un acuerdo con el FMI que permita refinanciar el capital adeudado con el organismo -que viabilizará refinanciamientos similares del Banco Mundial y el BID-, el gobierno se quedará si recursos y con vencimientos por 4.400 millones hacia finales de año.

Previsiones

El gobierno, cuando planificó el presupuesto 2005, estimaba una emisión de Tesorería por 1.000 millones de dólares, recaudación por 6.200 millones de dólares, refinanciación con los organismos por 4.000 millones de dólares y devolución de pagos netos realizados el año pasado por 2.000 millones de dólares.

De utilizarse los recursos de los fondos fiduciarios, Lavagna reduce las necesidades de financiamiento a 3.700 millones de dólares. Un número que eventualmente podría manejarse con emisión de Bondes -a mayor tasa de interés-, utilizar reservas del Banco Central y aumentar los adelantos transitorios, vía reforma de la Carta Orgánica, del Banco Central a la tesorería.