Después de la caída del gobierno
Ecuador empieza a distanciarse de la política de Estados Unidos
Podrían impulsar el retiro de tropas norteamericanas de suelo ecuatoriano. También se distancian del Plan Colombia, impulsado por EE.UU. contra el narcotráfico.

EFE

El gobierno de Ecuador empezó hoy a desmarcarse de la política de Estados Unidos, un día después de la toma de posesión del nuevo presidente, Alfredo Palacio, tras la destitución el miércoles del anterior mandatario, Lucio Gutiérrez.

El nuevo ministro de Gobierno (Interior), Mauricio Gándara, descartó hoy otorgar inmunidad penal a los militares de Estados Unidos y reiteró su intención de revisar el convenio sobre la base ecuatoriana de Manta, usada por los estadounidenses para el control del narcotráfico en la región.

Gándara indicó que Ecuador ratifica su adhesión a los principios de la Corte Penal Internacional (CPI) e insistió en que no concederá inmunidad a los soldados estadounidenses, como había requerido Washington.

A esa petición no había respondido el ex presidente Lucio Gutiérrez, destituido por el Congreso el pasado miércoles, ya que había pedido que el asunto fuera primero analizado por el Congreso, que no lo hizo.

Con relación a la Base de Manta, Gándara dijo que el presidente Palacio aún no ha decidido en que situación quedará el convenio sobre la instalación militar, ubicada en el oeste del país, en la costa del Pacífico.

Sin embargo, el ministro apuntó la posibilidad de iniciar un proceso internacional para tratar de suspender los efectos del convenio sobre la Base de Manta suscrito en 1999 y ratificado en 2000, con una vigencia de diez años.

La presencia de los militares estadounidense en la base de Manta ha sido criticada por amplios sectores de la sociedad, que han advertido del peligro de que se convierta en un puesto de avanzada para eventuales intervenciones militares contra la guerrilla colombiana.

Plan Colombia

El ministro de Gobierno ratificó, además, que Ecuador se alejará del Plan Colombia, auspiciado por EE.UU. para la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla del país vecino, y señaló que mantendrá el principio de no intervención "para no comprometerse en un conflicto ajeno".

Gándara sostuvo que el actual Ejecutivo no se comprometerá con "los problemas internos y la guerra en Colombia", a diferencia de los últimos gobiernos que, según dijo, se habían alineado con las posturas de EE.UU. respecto al conflicto colombiano.

También dejó claro que Ecuador podría firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, sólo si se cumple el principio de "igualdad de condiciones" en la negociación.

El convenio comercial, que impulsó Gutiérrez, también es una de las preocupaciones de amplios sectores sociales, que temen que un acuerdo de esa naturaleza termine por someter al país a los intereses estadounidenses.

El nuevo gobierno de Ecuador ha empezado a distanciarse de la administración estadounidense en un momento en que todavía permanece en el país el depuesto mandatario Lucio Gutiérrez, refugiado en la Embajada de Brasil en Quito, desde donde ha dicho que su destitución fue "inconstitucional".

Gutiérrez, en una declaración telefónica a un grupo de sus simpatizantes en la provincia de Manabí, aseguró que fue ilegal el argumento de "abandono de cargo" esgrimido por el Congreso para destituirle, ya que cuando la Cámara le cesó él se encontraba en su despacho.

El gobernante destituido espera un salvoconducto de la Presidencia ecuatoriana para poder viajar a Brasil, donde el jefe del estado de ese país, Luiz Inacio Lula da Silva, le ha concedido asilo político.

Un pequeño grupo de manifestantes se desplazó el viernes a la Embajada de EE.UU. en Quito, al difundirse en la capital ecuatoriana informaciones que señalaban que el Gobierno de Washington consideraba inconstitucional el modo en que se había hecho el cambio presidencial.

La OEA envía una misión

El envío a Ecuador de una misión de alto nivel de la Organización de Estados Americanos (OEA) no supone un reconocimiento al nuevo gobierno, sino una ayuda para solucionar la delicada crisis política de ese país, según este foro regional.

Después de tres días de consultas, la OEA decidió anoche enviar una misión a Quito para analizar in situ la crisis y presentar posteriormente un informe al Consejo Permanente.

Tras analizar esa documentación se decidirá "exactamente qué se puede y tiene qué hacer para ayudar a los ecuatorianos a superar la crisis", declaró el representante de EE.UU. ante la OEA, John Maisto.

Sobre la cuestión de si la misión que irá a Ecuador podría entrevistarse con el destituido presidente Lucio Gutiérrez, el representante de la OEA señaló que no podía responder a "preguntas muy hipotéticas".