Télam
La búsqueda de Fernanda Aguirre, la nena de 13 años desaparecida desde julio pasado en la localidad entrerriana de San Benito, en el sector oriental de la capital provincial, fue suspendida hasta la próxima semana.
El juez que entiende en la causa, Héctor Toloy, dio por finalizada anoche la búsqueda de rastros en el viejo aljibe en cercanías de la casa de la familia Lencina, tras cuatro días de búsqueda.
Uno de los integrantes de la familia Lencina, el suicidado Miguel Angel, está sospechado de haber secuestrado a la menor.
Ayer se encontraron en el fondo del pozo una serie de huesos que, aunque el médico forense anticipó que corresponden a animales, igualmente fueron derivados al Departamento Médico Forense del Superior Tribunal de Justicia, donde deberán analizar formas, tamaños y apariencias y determinar si son de un ser humano o si efectivamente corresponden a algún animal.
Ahora, la intención del juez Toloy es extender la inspección a otro pozo existente en inmediaciones del anterior, que al parecer no fue revisado por el fiscal federal Mario Silva, cuando la causa era investigada por la justicia federal.
Según lo anticipado por el juez a Télam, este pozo tiene descalzado el brocal, por lo que las tareas de inspección demandarán una serie de trabajos previos para asegurar la boca del aljibe.
Fernanda Aguirre, fue secuestrada en San Benito el 25 de julio pasado, alrededor de las 16, mientras caminaba hacia su casa.
El principal sospechoso del secuestro, Miguel Angel Lencina, tenía una salida socio familiar cuando ocurrió el hecho.
El 6 de agosto pasado, pocos días después de ser detenido, Lencina apareció ahorcado en la celda de la comisaría Quinta de Paraná, donde permanecía alojado.
La viuda del principal sospechoso, Mirta Chávez, la única detenida por esta causa, se encuentra alojada en la cárcel de mujeres de Paraná, acusada de haber sido quien se comunicó telefónicamente con la familia Aguirre para pedir el rescate de 2.000 pesos exigidos para liberar a la adolescente.
Raúl Monzón, primo de Lencina, fue procesado, detenido y excarcelado en dos oportunidades, pero se mantiene ligado a la causa bajo la figura de la falta de mérito.
Monzón fue quien le brindó albergue a Lencina y a su esposa horas después del hecho en su casa de barrio Belgrano, aunque siempre sostuvo que en ese momento no tenía ningún conocimiento del secuestro de la chica.