Usó balas de goma
Darío Pignata
Colón superó al Vélez puntero en todo, menos en dos rubros: 1) la chapa final del partido en resultado (fue empate); 2) en el rubro oficio. Por eso el "Tata", que elogió los primeros 45 minutos de Colón ("quizás fue lo mejor desde que estamos", disparó), dijo: "No supimos jugar con un jugador de más". Y eso que hizo que Vélez se llevara de Santa Fe un puntito con diez hombres se llama oficio.
En actitud, tenencia de balón, dominio de terreno y generación de situaciones de gol, Colón inclinó la balanza para su lado. Pero le faltó peso en la "18" para embocarla adentro del arco de Sessa en la medida que se le presentaron las ocasiones en la fría tarde de ayer.
A la luz de cómo jugaron uno y otro, habrá que decir que mientras Gerardo Martino pudo haber sentido "nostalgia" por la ausencia del "Bichi" Fuertes, en el otro banco Miguel Angel Russo ni se acordó del "Roly" Zárate, porque prácticamente Vélez no pisó el área de Colón.
De todos modos el fútbol es siempre en tiempo presente. No cuenta el pasado y tampoco el futuro. Mucho menos la deformación llamada "futurología". Por más que casi todos los sabaleros se fueron de la cancha preguntándose: ¿qué hubiera pasado si alguna de las tres o cuatro llegadas claras que generó Colón hubieran estado en los pies o la cabeza para este momento del "Bichi" Fuertes?
Mientras un amarrete y conservador Vélez de Russo hizo bajar la térmica con ese golazo de Bravo ni bien arrancado el partido, Colón reaccionó con mucho coraje y jugando realmente bien al fútbol. Así, el gol del empate sabalero fue una síntesis de cómo estaba tratando el dueño de casa a la pelota: triangulación trabajada, la metió Cominges de primera, apareció Giovanny de "9" y la mató de un toque -una belleza técnica por donde se la mire- para que el "Chipi" Gandín apareciera a la carrera desde atrás y pegándole como venía la clavara abajo, dejando parado al "Gato" Sessa.
Repasemos las llegadas de Colón. Antes del gol, le pegó Capurro de lejos, dio rebote Sessa y le quedó picando a Giovanny, pero el "10" se demoró y el "Gato" achicó. Allí, los hinchas empezaron a extrañar a Fuertes.
En el complemento, además de dos remates -uno de Villarreal primero y otro de Capurro después- de media distancia que besaron los caños, hubo dos para la frase del "casi-gol".
En la primera, luego de una contra rojinegra perfecta, fue el peruano Vargas quien quedó mano a mano con Sessa y la mandó al Fonavi. Los hinchas seguían extrañando al "Bichi" en las tribunas.
La otra llegada, que nació en una combinación colectiva espectacular por izquierda, terminó con un cabezazo "limpito" de Capurro en el segundo caño. Una vez que el balón se fue arriba, los hinchas y socios de Colón terminaron de extrañar a Esteban Oscar Fuertes.
Así, entre la falta de gol de Colón y el oficio de Vélez para hacer correr la pelota con uno menos, el empate se fue armando de a poquito en Santa Fe. Esta vez, nadie pudo poner en duda la actitud futbolística de Colón para jugar este tipo de "partidos-trampolines" en el campeonato más parejo de los últimos tiempos en la Argentina.
Porque además de jugarle de igual a igual al Vélez subcampeón y actual puntero cuando arrancaba el domingo, Colón fue más en fútbol y situaciones de gol.
Con Fuertes mirando el partido desde los palcos y con el rumor instalado que al "Bichi" lo vienen a buscar desde Qatar con mucha plata cuando termine este torneo, Colón lo dejó vivir ayer a Vélez en Santa Fe porque usó balas de goma. De esas que impactan, pero no matan.