Entidades de discapacitados objetan rampa de Legislatura
Lía Masjoan
La fachada de la Legislatura provincial estrenó este año un nuevo elemento arquitectónico: una rampa para personas con discapacidad.
A poco de ser habilitada, la Unión de Entidades de y para Discapacitados de la provincia de Santa Fe (Uendisfe) planteó algunos reparos en base a observaciones y pruebas realizadas in situ.
Aunque no dejó de celebrar la iniciativa, lamentó su resolución, que sólo se haya actuado sobre el acceso y no sobre circulaciones interiores y la falta participación de las entidades interesadas en la problemática.
Jorge Allevi, presidente de la entidad, y Osvaldo Brancatto, asesor en la eliminación de barreras arquitectónicas, detallaron las principales falencias relevadas, en razón de que "no cumple con lo normado por ordenanza municipal 9709/93".
Especificaron que el desarrollo total de la rampa, necesaria para salvar el desnivel existente, debería ser de 22 metros y la hecha tiene sólo 16; no se respetaron las pendientes máximas permitidas ni la cantidad de descansos necesarios; y el plano inclinado tiene 10,80 metros, cuando el máximo permitido es de 5", enfatizaron.
La superficie del descanso ubicado en el cambio de dirección de la rampa tampoco respeta lo normado: el mínimo exigido es de 1,80 metros y el realizado en esta rampa tiene 1,10 por 1,40.
Las observaciones recaen también sobre el pasamanos. Según la ordenanza deberían ser dos y estar colocados a una altura de 70 y 90 centímetros respectivamente del nivel del piso. El único existente está a 0,85 centímetros del piso. El largo mínimo debería ser igual a la extensión de la rampa, pero en este caso termina 2,80 metros antes del plano inclinado. Además, deberían tener un diámetro de una y media a dos pulgadas o al menos ser anatómicos. Pero los construidos son rectangulares.
Por último, desde la entidad no consideran convenientes las ranuras existentes en el plano de la rampa. Tienen una apertura de 4 centímetros de ancho por dos de profundidad y atraviesan el ancho de la construcción. "Esto dificulta la circulación con sillas de ruedas y se convierte en un peligro para quienes deben utilizar bastón, ya que pueden introducirse en las ranuras y provocar accidentes", advirtió Allevi.
La empresa que ganó la licitación y realizó la obra es Pier Giorgio Rizzi y Ricardo Rivero SH, quien ofertó casi la misma cifra presupuestada: $ 35.200 contra $ 35.000.
En la Legislatura está la carpeta que contiene los expedientes que reúnen la información sobre los pasos seguidos para construir la rampa (Nº 19917/00 y 19715/00) y contienen las exigencias al adjudicatario.
En el pliego de especificaciones técnicas se lee que "el adjudicatario deberá observar las disposiciones del Reglamento de Edificaciones Privadas de la Municipalidad", el cual incluye la ordenanza 9709, antes mencionada.
Además contiene la opinión de la Comisión Municipal de Defensa del Patrimonio Cultural, consultada en pos de preservar el valor histórico y arquitectónico del edificio. Entendió que la intervención propuesta "no produce alteraciones de significación sobre el ingreso principal al Palacio Legislativo" y recomendó consultar al Colegio de Arquitectos y a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo.
Aunque en el pliego se pedía a la empresa que observe las normas municipales, del análisis efectuado por la Unión de Entidades de Discapacitados se desprende que la rampa en cuestión tiene errores y no cumple con tales disposiciones.