Mónica Ritacca
En estos últimos tiempos la ciudad se está llenando de edificios. Sólo hace falta dar unas vueltas en el radio que abarcan las avenidas General López, avenida Freyre, 27 de Febrero y bulevar Pellegrini. Desde Edificaciones Privadas se informó que en promedio se edifican de 35 a 40 edificios por año. Ahora... ¿está preparada Santa Fe para enfrentar lo que este crecimiento implica, es decir para superar los problemas, entre otros, de demanda en servicios públicos o en los centros de salud?
Como lo anticipa el Secretario de Planeamiento Urbano, Arq. Carlos Gustavo Giobando, "más allá de la edificación de los edificios, hay que prestar atención a todo lo que tiene que ver con la capacidad de los equipamientos públicos, el tránsito en las calles, los espacios verdes, los hospitales y centros de salud ya que cuando aumentamos la cantidad de población, aumentamos la demanda sobre esos servicios comunes, lo que pone la situación en un tema más complejo".
Desde noviembre del año pasado se trabaja desde el Área de Planeamiento Urbano de la Municipalidad, en la elaboración de una estrategia que sirva como guía a los inversores privados y a las empresas de servicios con el fin de mediar ante el auge de la construcción de edificios.
"Un Plan Urbano es un proceso que solamente formularlo nunca lleva menos de dos años y ejecutarlo depende de la perspectiva propuesta. Es un instrumento de gestión que se va construyendo en el tiempo, con lineamientos generales primero y proyectos estratégicos puntuales después", agregó.
Respecto al plan urbano que está desarrollando el municipio, se está en la etapa final de diagnóstico, que lleva a cabo el Procife (Programa de Cooperación Interinstitucional Frente a la Emergencia). Por otro lado, según se informó, con el objetivo de hacer frente a esta ola de nuevos edificios y de proteger de alguna manera a la ciudad, también se estudia una normativa particularizada por diferentes áreas que tienen que ver con el patrimonio y el medio ambiente.
"Pretendemos que este año esté concluida la etapa del diagnóstico, se planteen los lineamientos generales y se eleve al Concejo la estructura jurídica de lo que será el desarrollo del plan", dijo Giobando, quien agregó que "el plazo de esta primera etapa, la de dividir las áreas, tiene un plazo aproximado de aquí a tres meses".
Desde la Secretaría de Planeamiento Urbano se sostiene que la construcción de edificios beneficia a toda la ciudad ya que supone una reactivación de la actividad constructora. De cualquier manera consideran que ese crecimiento debe ir acompañado de una previsión que tiene distintos niveles: como la infraestructura.
"En términos generales entiendo que un aumento de la construcción en el centro, supone más recursos económicos para seguir invirtiendo. A eso lo tendrá que acompañar obras de infraestructuras de servicios como el gas, la cloaca y el agua. Por supuesto que todo eso hay que planificarlo", agregó el secretario de Planeamiento Urbano.
Finalmente, Giobando agregó que "todo esto debe ser bien analizado y debatido en el contexto de que hay un auge de la actividad constructora, que trae beneficios económicos y que moviliza al negocio inmobiliario, de modo que lo que salga del municipio debe ser prudente y estudiado para que no se convierta en un obstáculo para ese crecimiento. Tampoco puede ser un desarrollo incontrolado. De hecho hay normas que cumplir".
Finalmente, es importante tener en cuenta que, si bien por un lado la construcción de edificios estimula la actividad constructora y por el otro requiere generar obras de infraestructura que la acompañen, con el fin de que la ciudad esté preparada para afrontar el crecimiento que esto implica, el Plan Urbano que propone la Municipalidad es una respuesta frente a esto, pero los tiempos acelerados que corren requieren una pronta solución al respecto.
En noviembre de 2004
se empezaron a construir más de 40 edificios en la ciudad, de cuatro a más pisos.
El 50% de los que se estaban edificando comprendían la zona entre las calles (Gral. López, Avda. Freyre, Urquiza y Bulevar).
Se hablaba acerca de que la cantidad de edificios traería problemas de infraestructura en los servicios, específicamente en las redes de agua potable y cloacas por la antigüedad de las cañerías y la incorporación de las nuevas.
El Secretario de Planeamiento Urbano, Arq. Gustavo Giobando, vió como "única solución posible avanzar en la elaboración de un plan urbano con el fin de que al ponerlo en práctica sirviera de guía para los inversores privados y las empresas de servicios".