Dos enfermeras del Hospital Mira y López de nuestra ciudad fueron agredidas el último sábado por una paciente que estaba en observación en la guardia central psiquiátrica del establecimiento.
Tras iniciar una crisis, comenzó a agredir a dos trabajadoras, ayudada por sus familiares, que también se encontraban en el lugar. Como consecuencia del hecho, una de ellas fue cortada en su rostro con una trincheta y la otra recibió gran cantidad de golpes en su cara, los que le provocaron desplazamiento de tabique y múltiples hematomas.
Ante este hecho -que se suma a un operativo en el pabellón de los pacientes judiciales, a los que se les secuestraron armas punzantes durante el fin de semana-, el personal del establecimiento decidió iniciar un paro de actividades y sólo prestar guardias mínimas, de urgencia, con la anuencia del gremio UPCN.
La intención es evitar que se produzcan nuevas agresiones tanto al personal como a otros pacientes que concurren al hospital. La medida de fuerza fue tomada primero por las enfermeras, pero posteriormente se adhirió el resto del personal del Mira y López.
Desde el consejo de administración se explicó que las actividades normales no se reanudarán hasta tanto el Ministerio de Gobierno y Culto de la provincia destine una guardia policial durante las 24 horas en la guardia central del hospital, y se concrete el traslado de los pacientes judiciales (unas 5 ó 6 personas, quienes también tienen problemas de salud mental) a un lugar más adecuado.
Aseguraron que se trata de "un problema que tenemos desde hace más de 20 años. Se trata de pacientes delincuentes; una población de alto riesgo que se encuentra internada en un hospital de puertas abiertas, que recibe visitas de sus familiares. Además, el edificio no cuenta con tapiales perimetrales sino un tejido con múltiples huecos".
Integrantes del consejo de administración conversaron sobre el tema hasta este mediodía con el jefe de la Zona de Salud V, Francisco Villano, y con el director de Jurídica de la cartera sanitaria, Dr. Julio Tejerina.