La propuesta de creación de una canasta social en el Conurbano Bonaerense con un costo de $10, es un paliativo para la acuciante realidad socio-económica.
Si bien este tipo de disposiciones muchas veces son de difícil aplicación y control, ponen de manifiesto la preocupación de ciertas estructuras gubernamentales, por producir algún tipo de soluciones para los sectores mas empobrecidos de nuestro país.
Estamos convencidos que el Estado tiene muchas otras medidas para resolver la perdida de poder adquisitivo, como por ejemplo reducir la alícuota del IVA que es un impuesto directo al consumo y por lo tanto altamente regresivo, intervenir en lo mercados monopólicos u oligopólicos, trabajar en políticas de transparencia de mercados y defensa de la competencia. En definitiva, entender que las políticas económicas deben ser políticas al servicio de los consumidores o poner la economía al servicio del ciudadano, con una visión humanitaria y no meramente mercantilista.
En nuestra provincia no se a hablado de la posibilidad de contar con esta canasta, ¿será que estamos tan bien que no es necesaria?
Según datos del Indec los precios de la canasta básica alimentaria para el aglomerado del Gran Buenos Aires, que fija el límite de la indigencia, retrocedieron un 0,5 por ciento en abril, por lo que una familia de cuatro integrantes necesitó de 352,82 pesos solo para alimentarse. En tanto la canasta básica total, que incluye además de alimentos, indumentaria y algunos servicios, se mantuvo casi sin variantes en 772,65 pesos para que el mismo grupo familiar no caiga por debajo de la línea de la pobreza.
Según el Ipec, en Santa Fe en igual período la canasta básica alimentaria aumento un 0,75 %, por lo que una familia de cuatro integrantes necesitó 390,35 pesos para alimentarse, es decir que en nuestra ciudad una familia necesita un 10,64 % de ingresos mas que en el aglomerado del Gran Buenos Aires para no caer debajo de la línea de indigencia.
En tanto la canasta básica total, tiene un valor de 921,25 pesos para que el mismo grupo familiar no caiga por debajo de la línea de la pobreza, es decir que en nuestra ciudad una familia necesita un 19,23 % de ingresos más que en el aglomerado del Gran Buenos Aires para no caer debajo de la línea de pobreza.
¿Por qué esta diferencia? ¿Será que los acuerdos para rebajas de precios anunciados a nivel nacional tuvieron sus frutos, pero no así en Santa Fe? ¿Algún organismo Provincial se encargó de verificar el cumplimiento de los mismos y castigar a los que hubiesen faltado a sus compromisos?
¿Alguien desde es Estado Provincial mira estos indicadores? y, de ser así, ¿se trazan políticas para revertir esta situación como, por ejemplo, crear una canasta social?
¿Existen soluciones o debemos resignarnos y creer que nuestra nación, y/o nuestra provincia están condenadas al fracaso permanente?
Hay remedios, pero requieren de una la decisión de cumplir la Constitución Nacional y las Leyes vigentes. De una administración que resguarde a los consumidores con leyes especificas como la ley de defensa del consumidor y con una actitud activa en cuanto a políticas correctivas cuando fallan los mecanismos de autorregulación de mercados.
De organismos de contralor que cumplan acabadamente sus funciones y formar y educar a los consumidores para que cumplan el rol fundamental que tienen en la economía, un papel activo que regule, oriente y transforme el mercado a través de sus decisiones.