Cristian apareció sano y salvo
Danilo Chiapello
Luego de diez días de incertidumbre en la tarde de ayer Cristian Matías Rohr apareció sano y salvo. De este modo llegó a su fin la pesadilla por la que atravesó una familia de nuestro medio.
El principio de solución se produjo cerca de las 17, casi de modo inesperado, cuando un hombre que estaba acompañado por una mujer, golpeó la puerta del domicilio de la familia Rohr, en calle Regimiento 12 de Infantería al 800.
La madre del chico fue quien atendió a los visitantes. Estos llegaron a la casa con un mensaje más que alentador aunque en un primer momento la progenitora se llenó de dudas.
"Hemos visto a un chico muy parecido a Cristian y sabemos cuál es la casa donde está alojado", le dijo el hombre a la sorprendida madre.
Tras ello la mujer le solicitó ir de inmediato a la policía, pero esta idea a los "mensajeros" no les resultó demasiado simpática. Sin embargo, a paso más que vacilante emprendieron rumbo a la seccional 8va.
A todo esto los hermanos de Cristian se encontraban en la estación de servicio de General Paz y Javier de la Rosa mirando por televisión un partido de fútbol. Cuando los hermanos advirtieron que su madre iba caminando acompañada por esta pareja no dudaron en salir a su encuentro y averiguar qué estaba pasando.
Una vez que le comentaron la novedad los hermanos del chico partieron junto a la pareja mientras la madre siguió su camino hasta la seccional.
Por fin los hermanos de Cristian fueron conducidos hasta una finca del barrio Chaqueño y allí se encontraron con el adolescente desaparecido.
Flaco, muy flaco, y con el rostro desencajado por los días pasados el menor se estrechó en un gran abrazo con sus familiares, toda vez que comenzaban a intercambiar las primeras informaciones de lo sucedido.
Un poco después la policía llegó al lugar y comenzó con sus trámites de rigor.
De acuerdo con fuentes confiables Cristian dijo que se había ido de su casa porque se había ofendido. Que durante el tiempo transcurrido estuvo en la calle deambulando por distintos lugares.
En cuanto a la comida el menor sostuvo que se alimentó "poco y nada". En realidad cuando podía obtener algo con amigos de la calle.
Respecto a cómo fue que apareció en esa finca del barrio Chaqueño, Cristian indicó que en un momento se acordó de un ex compañero de escuela, el que tenía parientes en dicho barrio y decidió ir a pedirle auxilio.
Por último los familiares del menor se mostraron sumamente agradecidos con el diario El Litoral. "Después de la nota aparecida el viernes nos llamaron todos los jefes policiales. Recién allí comenzaron a buscarlo porque antes nos hicieron `rebotar' como `pelotitas' y siempre nos contestaban con evasivas".
Una vez que se produjo el encuentro con su familia Cristian fue revisado por un médico el que constató que el menor se encontraba ileso y en perfecto estado de salud.
A partir de ahora la intimidad familiar es la que tiene las respuestas finales para resolver el drama.