Por Fabiana García
El mes pasado, Hugo Conte cumplió 42 años. También el mes pasado, se consagró campeón con su equipo, Swiss Medical Monteros de Tucumán de la Liga Argentina de Vóleibol. Dos bronces pesan en su carrera, la medalla del Mundial 82' en Buenos Aires y el de los Juegos Olímpicos de Seúl 88.
Ayer llegó a Santa Fe, con su esposa Sonia y su hija Manuela, para apadrinar la escuela de voley del club Villa Dora. "Es un honor para mí y por eso traje a mi familia para que comparta este día conmigo", dijo tras acomodarse rápidamente para una conferencia de prensa, que adquirió la identidad del invitado: sencilla, sustanciosa y cordial.
Hugo Conte, tiene autoridad para hablar del voley nacional y no le esquivó al bulto. Dejó la selección, pero no de pensar en ella, "creo que ahora estamos en un momento de transición, esos dos años en que la Argentina no pudo jugar la Liga Mundial ni otros campeonatos importantes a nivel internacional, repercuten porque muchos jugadores jóvenes no pudieron integrarse después del Mundial de 2002".
El jugador hizo referencia a la suspensión que recayó sobre el vóleibol nacional, que le fue dado por Federación Internacional (FIBV), por las insondables diferencias entre el dirigente que la preside Rubén Acosta y el ex titular de la entidad argentina (FAV) Mario Goijman, que estallaron después del Mundial que organizó Argentina en 2002, y que tuvo como una de sus subsedes a Santa Fe.
"Va a costar un par de años volver a afirmar a Argentina, donde estaba puesta a nivel internacional, todos sabemos de los problemas políticos que pasaron después del Mundial y durante el Mundial también", dijo el jugador, que avanzó sobre este tema escabroso, pisando fuerte y hablando claro.
"Durante el Mundial estábamos peleados con muchos dirigentes que estaban en la Federación Argentina (FAV) en ese momento, fundamentalmente con Mario Goijman y ya veíamos que peligraba el esfuerzo de muchísima gente, que estaba organizando sedes en los mundiales con sueños para el futuro, que eran de esperar que los chicos se volcarán al deporte en los años subsiguientes al Mundial", recordó.
"Inclusive, hubo reuniones en los meses anteriores al Mundial para ver qué se hacía después y cuál era la manera de aprovechar bien el campeonato. Y de repente terminó todo, con Goijman buscando un provecho personal, queriendo algo a nivel internacional y le cortaron la cabeza y llevó el vóleibol con él a la tumba", expresó.
"Era lo único que le pedíamos nosotros (continuó), si querés seguir tu tema internacional con Acosta seguilo, no nos interesa si tenés razón o no, pero seguilo solo, no te llevés al vóleibol argentino a la muerte. Obviamente no le importó y tuvimos esta consecuencia de dos años. Nos va a costar pero vamos a volver", afirma.
Hugo involucra a su familia en la nota, su esposa Sonia Escher pasó por Regatas en el 82' y el jugador hace notar cuánto tiene que ver su entorno en su vida y su vigencia deportiva.
"No tengo ningún secreto de por qué a los 42 años sigo jugando al voley en el alto rendimiento. Para que cualquier persona esté bien, tiene que tener un equilibrio emocional en su vida, hacer lo que le gusta, tener la suerte de poder realizar su pasión. Yo tengo muchísima suerte de hacer lo que me gusta y de tener una familia que me banca constantemente en esto, que me apoya, que me estimula",expresó.
"A nivel personal no me cuesta entrenar, no es que a las nueve de la mañana me enloquece ir a saltar, pero no me disgusta, voy y lo hago, y cuando estoy ahí me divierto. Hacer pesas me hace sentir bien físicamente y también me gusta correr.
Mi esposa me ayuda con el tema de la comida, la alimentación, la hidratación, todo eso que es muy importante, ojo que tampoco somos la familia Ingalls, no hay obsesión, hay que vivir también, tener un buen equilibrio en todo".
Afirma que no hay secretos... El secreto es sin duda su estilo de vida y sus convicciones. "También te puedo decir que tuve suerte, pero la suerte hay que ayudarla todos los días".
La pregunta viene por costumbre: ¿pensás en el retiro?: "No, todavía estoy metido en seguir jugando, no creo en los momentos para retirarse, como decir después del Mundial, o de los Juegos Olímpicos o cuando hayas salido campeón. En mi caso será el día que me levante y no tenga ganas de entrenar, será cuando sienta que se me apagó el fueguito".
Hugo Conte nació el 14 de abril de 1963 en Capital Federal, mide 1,97, está casado y tiene tres hijos.
Jugó en los clubes: GEBA, Cannes, Parma, Ugento, Ferro, Catania, Panini Módena, Alpitour Cúneo, Tally Milano, Tracco Catania, Maxicono Parma, Rojas Scholem y Swiss Medical Monteros.
Con la selección en 1982 fue medalla de bronce en el Mundial de Buenos Aires, y en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 y ocupó el cuarto puesto en los Juegos de Sydney 2000.
Con el Parma ganó la Copa de Campeones de Europa 1987 y en 2001/02 fue campeón de la Liga Argentina con Rojas Scholem y luego campeón sudamericano y este año se adjudicó el título con Monteros.
La Federación Internacional lo eligió como uno de los mejores ocho voleibolistas de la historia. En el 85', 87' y 90' fue premiado con el Olimpia de Plata.