Es un guerrero que lucha y deja todo en cada partido como si fuera el último. Garra, corazón y talento, al servicio de su equipo.
En su posición actual de alero, ha mejorado muchísimo en su lanzamiento externo. Contagia permanentemente a sus compañeros y es un ganador nato.
Su progreso es permanente hasta el punto que ha sido uno de los mejores rookies de la NBA. No tiene techo.