El filósofo cristiano francés Paul Ricoeur, murió el viernes pasado a los 92 años en su domicilio en la región parisina. Era considerado uno de los más importantes pensadores de la postguerra y un hombre comprometido que militó en el socialismo desde 1933.
Filósofo "de la acción", comprometido, pero opuesto a todos los totalitarismos y profundamente cristiano, Paul Ricoeur fue un "espíritu libre" y "un pensador exigente de la modernidad", según el presidente francés Jacques Chirac.
El primer ministro francés Jean Pierre Raffarin estimó que con su desaparición "acaba de apagarse una voz francesa y europea que buscaba en el pasado, en la memoria y en la historia, las razones para avanzar hacia el perdón y la reconciliación".
Por su parte el ministro de Educación francés Franois Fillon rindió homenaje este sábado al pensamiento de esta figura, estimando que "siempre privilegió el principio de responsabilidad personal y de respeto humano".
"Su filosofía nos lega el modelo precioso de un pensamiento que siempre ha privilegiado el principio de responsabilidad personal y el respeto a lo humano a través de escuchar y de prestar constante atención al otro", dijo en un comunicado.
Para el ministro de Cultura francés, Renaud Donnedieu de Vabres, el filósofo supo "rehabilitar y conciliar la ética con la política, una política concebida no como lugar de enfrentamiento, sino como un `querer vivir juntos"'.
Paul Ricoeur, enfermo del corazón desde hacía varios meses, murió mientras dormía en la noche del jueves al viernes, indicó su amigo y también filósofo Olivier Abel.
Nacido en 1913 en Valence (Francia), pronto se quedó huérfano, y fue educado por sus abuelos protestantes. Profesor a partir de 1933, fue movilizado en 1939 y estuvo prisionero durante la Segunda Guerra mundial. Trabajó para el Centro Nacional de Investigación Científica antes de ser profesor de Historia de la Filosofía en la facultad de letras de Estrasburgo (1948-1956), y enseñar posteriormente en la universidad parisina de La Sorbonne.
Miembro del comité de la revista Esprit a partir de 1947, comenzó a publicar en los años cincuenta, particularmente su tesis sobre la filosofía de la voluntad, y en los años sesenta enfocó sus estudios hacia el psicoanálisis freudiano ("De la interpretación. Ensayo sobre Freud", 1965).
Tras su dimisión en 1970 en la universidad parisina de Nanterre, Ricoeur enseñó en la universidad de Chicago y fue director de "La revista de metafísica y moral" (1974).
Entre sus principales obras, que marcaron toda una generación de filósofos franceses, se encuentran "Historia y verdad" (1955), "Tiempo y relato" (1983), "Sí mismo como otro" (1990) y "La memoria, la historia y el olvido" (2000).