Mario Pontaquarto, el arrepentido que denunció el pago de sobornos en el Senado de la Nación durante el gobierno de Fernando de la Rúa, disparó contra la gestión menemista, y aseguró que todos los senadores nacionales justicialistas de ese período cobraban sobresueldos. La imputación abarcó a algunos santafesinos, como Carlos Reutemann y Jorge Massat, aunque consultado puntualmente sobre cada caso, no pudo dar precisiones.

"Había sobresueldos para todos, pero yo no estaba en el despacho de Reutemann cuando llegaba el sobresueldo y decía si lo cobraba o no. Había sobresueldos para todos. Pero uno no sabe si Reutemann lo cobró y otro no", dijo el ex subsecretario parlamentario del Senado, entrevistado en el programa El tema del día, que se emite por Cable y Diario.

En cambio, sí fue contundente a la hora de aseverar que "todos los senadores justicialistas -entre ellos, Luis Rubeo, Reutemann, Massat, Liliana Gurdulich de Correa, Oscar Lamberto- cobraban aguinaldo, sin ninguna duda. En el tema de sobresueldos, que era plata de la Side que la llevaban directamente al Senado, no sé con precisión quién, pero de los que estuvieron en la década del 90, yo me animaría a decir que (cobraron) todos". Incluso, aseguró que el presidente del Senado cobraba "un millón de dólares" para repartir a los legisladores como aguinaldo, ya que la ley prohíbe tal remuneración.

Cabe aclarar que el beneficio del aguinaldo sólo corresponde a empleados en relación de dependencia, y no a quienes desempeñan cargos políticos.

"En el caso de los sobresueldos -retomó-, se trataba de una metodología conseguida a través de la hegemonía marcada por quien en ese momento era el presidente del bloque justicialista, Augusto Alasino, que venía de presidir nada más y nada menos que el bloque de convencionales del PJ en 1994". Según dijo, las sumas distribuidas eran de "entre 4 y 5 mil pesos" para cada uno.

Pontaquarto tuvo una crítica lapidaria contra los senadores santafesinos, al evaluarlos por su labor legislativa.

"Liliana Gurdulich de Correa llegó al Senado con un perfil muy bajo, y terminó la última etapa obteniendo un alto perfil que le permitió integrarse al gobierno menemista a través del Ministerio del Interior, donde ella tenía a cargo los procesos electorales de la Argentina". Según relató, logró convertirse en "una operadora política del menemismo, pero tuvo muy poco protagonismo como legisladora".

En cuanto a Jorge Massat, aseguró que desde el punto de vista legislativo "también fue intrascendente; no se lo recuerda como presentador de proyectos importantes, aunque sí integraba la comisión de seguimiento de las privatizaciones que fue denunciada por muchas irregularidades".

Por último, evaluó el desempeño de Reutemann: "Lo vimos llegar como el corredor de Fórmula I, y así fue. Yo, en mis seis años que estuve como secretario, jamás lo escuché como orador en el recinto de la Cámara. No hablaba. Tampoco recuerdo que presentara algún proyecto importante".

Desde el reutemanismo, la actual senadora nacional Roxana Latorre, descalificó al denunciante y consideró su intervención como oportunista. "Es un personaje altamente desprestigiado y repudiado por la sociedad; formaba parte de un sistema corrupto. Acusa sin tener pruebas, por lo cual, tendrá que responder oportunamente ante la justicia. Él apunta a profundizar desde su resentimiento el divorcio del pueblo con la política. Yo por Reutemann, pondría las manos en el fuego", sostuvo, consultada por El Litoral.

Luego de las acusaciones de Pontaquarto en Santa Fe, Carlos Reutemann dijo al diario La Capital de Rosario que "lo que dice este señor es una mentira, jamás percibí nada fuera de lo que marcaba la ley", y agregó que "el lunes iniciaré acciones legales para que esto quede aclarado".