Impresionante. Así se puede graficar lo que sucedió en la última vuelta del Gran Premio de Europa, séptima fecha del Campeonato Mundial de Fórmula Uno, donde finalmente ganó el asturiano Fernando Alonso, con el Renault R-25, ante una multitud que fue a ver ganar un alemán y terminó imponiéndose un español.
A propósito el germano Nick Heidfeld en su mejor labor en la máxima, arribó segundo con el Williams-BMW, mientras que el brasileño Rubens Barrichello, quien en la semana dijo que ahora iba a correr para él en detrimento de su coequiper Michael Schumacher (quinto), completó el podio con la Ferrari F-2005. De esta forma, tres marcas diferentes estuvieron en la cima: Renault, Williams-BMW (de local) y Ferrari.
Ahora el ibérico Alonso es primero en el campeonato, llevándole nada menos que 27 puntos a Raikkonen y a Trulli (54 a 27). En la Copa de Constructores, los franceses de Renault mandan arriba con 76 puntos, contra los 53 de McLaren-Mercedes y 44 de Toyota.
La carrera estaba siendo dominada por Kimi, a quien restando menos de una vuelta (unos 4.000 metros), la suspensión delantera derecha falló, el neumático Michelin delantero se destruyó y se terminaron las aspiraciones para el finés. Kimi no tenía mucho margen, era plata o m..., fue lo último ¿Por qué no cuidó? Sencillo, porque Alonso ya estaba a 2.5 segundos y el escandinavo se daba cuenta de que si no aceleraba Alonso le ganaría la carrera.
De arranque nomás, la gente de Toyota se quedó demorada en la grilla para atender el auto de Trulli, por lo que el italiano fue sancionado. A todo esto, se le movió el Williams a Heidfeld (en su primera pole) y largada fallida. Otra vuelta y comenzaba la carrera. Sin Fisichella que debió hacerlo desde los boxes a raíz de un problema en la transmisión.
En la primera curva, "carambola y palo": se tocaron los autos de Webber (Williams), Montoya (McLaren), Michael Schumacher, Ralf Schumacher (perdió el alerón del Toyota). En tanto Raikkonen se tomaba el buque y se iba adelante. Más atrás Heidfeld, Coulthard, Alonso, Massa y Liuzzi. Barrichello se venía hacia el frente y ganaba dos posiciones.
En los primeros 15 giros ya comenzaba a saberse sobre las estrategias de las paradas, en su mayoría de los equipos de la punta, lo hizo en dos oportunidades, excepción hecha de Williams y de David Coulthard, que en el primer pit stop, se excedió en la velocidad de boxes y fue sancionado con un "pase y siga".
Ya se comenzaba a vislumbrar que el problema con los neumáticos sería preocupante. Primera alarma fue la de Coulthard que tocó la leca con el Sauber, lo mismo le ocurrió a Raikkonen. Pero también lo imitaron Michael Schumacher, Alonso, Ralf y Montoya, entre otros.
Con evidentes problemas de caucho en la delantera derecha, parecía inminente la rotura de la goma del McLaren de Kimi y sucedió nomás. restando menos de 4 Km. para el banderazo, el neumático defeccionó y se terminó la carrera para él.
¿Quién venía detrás? Fernando Alonso, quien no se cansaba de hacer el cuatro con sus dedos -por su triunfos en este año. Se bajó victorioso del auto del rombo y lo primero que hizo fue agradecerle a "las gomas del Renault". No era para menos, si fueron las protagonistas excluyentes de una atractiva competencia.