La Policía capacita agentes para trabajar con menores
Juan Ignacio Novak
Entendiendo la necesidad de "marchar según la exigencia de los tiempos", con una iniciativa conjunta de la Policía y otras áreas del Estado provincial, se está realizando un nuevo curso para el personal -hoy en plena ejecución-, para capacitar a los agentes en el tratamiento de las problemáticas y los derechos de niños y jóvenes.
Esta propuesta se basa en un proyecto surgido en las subsecretarías de Seguridad Pública y de Justicia, y la capacitación prevista abarca los alcances jurídicos del tema y sus aspectos específicos vinculados con la sociología, la psicología, la psicopedagogía y los derechos humanos. Para ello han sido convocados especialistas en cada una de las áreas.
La jefa de Policía, Dra. Leyla Perazzo, indicó las características, alcances y expectativas de la iniciativa. "Vemos que aumenta la comisión de delitos por parte de jóvenes y adolescentes, y eso requiere una policía con formación especial sobre estos temas". En concreto, la formación del personal se desarrolla desde diversos planos y es dictada por jueces de menores y profesionales de la psicología y el ámbito educativo.
"Un policía formado por métodos tradicionales tiene una especialidad pendiente, ya que actuaba en una función de protección al menor en riesgo, en las actuales circunstancias, en que los menores realizan asaltos, homicidios y peleas, exige un tratamiento interdisciplinario", explicó Perazzo.
Un gran abanico de situaciones originan los actos delictivos de los menores. En efecto, el análisis de las causas es uno de los aspectos que emergerán del desarrollo de estos cursos y de los debates que imponga la agenda del proyecto.
Igualmente, la Dra. Perazzo trazó un acotado cuadro de situación. "Tenemos por un lado al niño que pertenece a sectores carecientes, se siente excluido del sistema y responde con conductas violentas. Por otro, el chico que, aunque tiene una contención familiar, pero puede llegar a cometer delitos contra la propiedad llevado por la necesidad", reflexionó.
Una de las principales razones que dan lugar a delitos perpetrados por jóvenes, está estrechamente vinculada con la ingesta de alcohol, que puede derivar luego en el consumo de drogas u otras sustancias que tornan a los menores más agresivos de lo habitual. Esta situación es propia de los sectores carecientes, pero también se la observa mucho en las clases media y alta, con peleas en la vía pública y accidentes automovilísticos. En este sentido, según la jefa de Policía, una de las claves del proyecto es trabajar sobre las primeras causas para facilitar la rehabilitación.
"La Policía tiene que saber cómo actuar en cada caso, porque es el primer referente del Estado ante las distintas situaciones que se presentan, y por eso hoy es necesario incorporar a la fuerza personal con mayor preparación", indicó Perazzo al referirse a la importancia del proyecto.
Otro plano que demuestra su relevancia es porque la responsabilidad del policía se agrava notoriamente si comete un error, habiendo un menor de por medio.
En Santa Fe ya se llevaron a cabo los primeros procesos de capacitación, con casi 300 efectivos del departamento La Capital, y en la primera semana de junio está prevista una nueva fase con un grupo de agentes de los departamentos del sur provincial. "Allí esperamos sumar a 400 policías, pero queremos que el primer acercamiento sea voluntario, que el agente se interese por el tema y manifieste su vocación", afirmó la jefa policial.
Perazzo califica como una cuestión "muy promisoria" el haber unido esfuerzos y trabajar coordinadamente todos los estamentos del Estado; la participación de jueces de menores, de la Defensoría del Pueblo -que ha colaborado reiteradamente con la Policía-, Derechos Humanos y de los colegios de Abogados.
"A este seminario, nosotros lo consideramos una apertura que permitirá enfocar paulatinamente una gran diversidad de aspectos que relacionan a la policía con otros estamentos estatales", concluye.
"El hecho de que la policía sea la primera en llegar provoca en el personal un alto grado de tensión, mucha angustia; incluso he tenido casos de agentes que me han pedido cambio de destino transitorio por recomendación médica, porque están severamente alterados por tener que realizar tareas como el levantamiento de cadáveres de personas jóvenes o lidiar con menores en riesgo. Todos los seres humanos nos conmovemos antes estas situaciones, pero el que tiene que estar allí en primer término es el policía". Esta consideración de la Dra. Perazzo resume uno de los aspectos más importantes de la situación, y que podrían ser revertidos con las instancias de capacitación.
"Si nosotros juntamos experiencias de todas las áreas, podemos llegar a encarar esta situación desde todos los ángulos posibles. Por eso es tan importante la participación de diversas ONGs y de organismos provinciales, porque en última instancia todas las problemáticas se relacionan entre sí", concluyó la jefa policial.
Estudios
nacionales citados por la Dra. Perazzo, indican que prácticamente siete de cada diez jóvenes que incurren en la comisión de delitos, están bajo efectos del alcohol o de otras sustancias estimulantes.
Por eso, este proceso de formación del personal va a ir sumada a un plan provincial de la Policía en materia de drogas, para trabajar la relación de esa problemática con el delito. "Pero esto no basta, sino que debemos trabajar con experiencias multidisciplinarias", aseguró la jefa policial.