De la redacción de El Litoral
Con la entrega de los nuevos bonos a los inversores que ingresaron en la operación, el pago de los intereses acumulados desde el 31 de diciembre de 2003 y de las comisiones a los bancos asesores, el gobierno concluirá a lo largo de esta semana la fase final del canje de deuda en default.
Según se indicó, las cámaras compensadoras (entre ellas la Caja de Valores) ya enviaron todos los bonos en default que recibieron de sus clientes al Bank of New York (Bony).
Además, la entidad que actuó como agente del canje ya realizó el cruce de información para confirmar los datos conocidos a mediados de marzo, cuando se difundieron los números finales de la operación.
Ahora sólo resta que el Bony envíe los nuevos bonos a las distintas cámaras compensadoras, que en un día estarán acreditados en las cuentas de los respectivos clientes.
Por su parte, Economía ya efectuó un primer desembolso a los bancos que actuaron como asesores de la operación (Merrill Lynch, UBS y Barclays) y restaría otro pago de 120 millones de dólares.
Según Luis Corsiglia, presidente de la Caja de Valores, el gobierno también abonará unos 678 millones de dólares por los intereses que vencieron entre diciembre de 2003 -fecha de emisión de los nuevos bonos- y el mismo mes del año pasado. Ese dinero se depositará en cada una de las cuentas junto a los nuevos papeles (Par, Cuasipar o Discount, según el caso).
La negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se demorará al menos hasta el último cuatrimestre del año, luego de que el organismo confirmara que efectuará la revisión anual de la economía Argentina a fines de junio.
El FMI había puesto como condición culminar con la auditoría correspondiente al Artículo IV, para luego iniciar una nueva ronda de negociaciones con vistas a alcanzar un programa.
En su última conferencia de prensa quincenal, el vocero del FMI, Thomas Dawson, señaló en Washington que la revisión del artículo IV de la Argentina se realizará hacia fines de junio. "Posteriormente, y en el caso que las autoridades argentinas estén interesadas, abordaremos el tema de un programa crediticio", indicó.
Dawson sostuvo que "está preparando un reporte que está realmente muy cerca de ser culminado y revisado ya por el management", aunque luego se excusó de dar fechas precisas porque "las agendas cambian".
No obstante, indicó que el Directorio podría reunirse para evaluar la situación de la Argentina "en la segunda mitad de junio".
La charla con los periodistas que se realizó en la subsuelo de la sede central del Banco Mundial, terminó abruptamente y en medio de un clima muy tenso ya que debió evacuarse el edificio por una explosión que se produjo en las instalaciones eléctricas del subsuelo.
Como se sabe, luego de varios meses de cruces verbales, la relación entre la Argentina y el FMI se distendió luego que el organismo accediera a posponer por un año los vencimientos prorrogables que la Argentina debía afrontar entre el 20 de mayo de 2005 y el 28 de abril de 2006.
En una decisión adoptada por unanimidad el organismo postergó 22 pagos por un total de 2.508 millones de dólares.
Al momento de la aprobación, el Directorio del FMI aclaró que "la decisión está basada en consideraciones técnicas y no está contenido en un compromiso de las autoridades dentro de un programa".
Con la prórroga concedida, las cuentas fiscales tendrán un desahogo de unos 1.400 millones de dólares hasta fin de año. Las obligaciones que la Argentina deberá hacer frente obligatoriamente hasta diciembre se acercan a los 2.800 millones de dólares.
El Palacio de Hacienda daría a conocer en los próximos días nuevas medidas para controlar el ingreso de capitales golondrina. Como se adelantó oportunamente, la más importante sería la obligación de mantener inmovilizado por un año el 20 por ciento del dinero que ingrese.
Además, se analiza la creación de un registro de inversores no residentes que efectúen apuestas en acciones y bonos en el país, aunque la implementación de esta medida podría verse demorada, ya que el Banco Central (BCRA) y el Palacio de Hacienda estudian la manera más práctica para su puesta en marcha.
La semana pasada, se lanzó una medida que también apunta a reducir el ingreso de capitales de corto plazo, pero de efecto limitado: se amplió de 180 a 365 días la restricción para sacar esos fondos del país.
El decreto que impone un encaje de 20 por ciento para los capitales que ingresan al país ya está redactado, e inmediatamente después de su publicación será implementado por normas específicas del Central. Se trata de un depósito indisponible que queda por un año en poder de la entidad que preside Martín Redrado, y después de ese tiempo, los fondos quedan a disposición de los inversores.
Fuentes de Economía indicaron que "no pueden acusarnos de tomar una medida proteccionista. Chile lo tuvo durante más diez años y es el modelo de economía que tienen los economistas ortodoxos", añadieron.
Tanto el encaje como la creación de un registro para inversores extranjeros son medidas mucho más duras para los capitales golondrina. La intención del ministro Roberto Lavagna es evitar las fluctuaciones que generan estos movimientos especulativos.
Los intereses
que Argentina debe abonar a los acreedores que aceptaron el canje totalizan 678 millones de dólares. Como se sabe, dichos intereses se abonan desde la fecha de emisión de los nuevos bonos (diciembre 2003) e igual mes de 2004. Los bancos asesores se llevarán 240 millones de dólares.