Grogui tras el inapelable "no" a su Constitución en el referéndum francés, Europa comenzaba a prepararse hoy para el peor de los escenarios de cara a la consulta del miércoles en Holanda, que podría asestarle un golpe mortal a la Carta Magna.
Si bien los responsables europeos en Bruselas afirmaron que la Constitución "no está muerta" y la UE continuará con su proceso de ratificación, el futuro de Europa es toda una incógnita en vísperas del referéndum holandés del 2 de junio.
Los sondeos de opinión afirman que el "no" también ganaría en Holanda, siguiendo los pasos de Francia, donde cerca del 55 % de la gente votó en contra del Tratado constitucional.
Si esta tendencia se confirma, la Constitución Europea será rechazada por dos países fundadores de la UE en un margen de cuatro días, lo que podría significar un golpe mortal para la Carta Magna y la confirmación de una crisis sin precedentes en el Viejo Continente.
En este contexto, los líderes europeos tienen previsto reunirse en dos semanas, el 16 y 17 de junio próximos, en una cumbre cuyo objetivo inicial era discutir la ya complicada cuestión del presupuesto europeo, pero que deberá abocarse ahora a analizar la nueva coyuntura.
La Constitución busca dotar a la UE de una herramienta más fuerte para tomar decisiones políticas comunitarias, luego de la histórica ampliación del 1° de mayo de 2004 a diez países.
Con el tratado ya ratificado por nueve países, son unos 220 millones de europeos que se encuentran del lado del "sí", es decir cerca de 49 % de la población de la UE, según la Comisión Europea.
Sin embargo, para los analistas, en la próxima cumbre europea deberá tomarse una decisión tajante: constatar una muerte prematura del tratado, que necesita ser ratificado por los 25 Estados miembros para entrar en vigor, o confirmar la tendencia de llevar hasta el final el proceso de ratificación.