Hoy, 30 de mayo, se celebra el Día Nacional de la Donación de Órganos. En realidad, es un festejo porque recuerda la fecha del cumpleaños de una niña que pudo venir al mundo gracias a un transplante de hígado que recibió su mamá.

La fecha fue elegida por el Arzobispado de Santa Fe para "desmitificar" una creencia de muchos fieles de que no son donantes "porque la Iglesia no está de acuerdo".

Monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe, admitió que la Iglesia acepta, promueve o invita a mantenerse fiel al Magisterio de la Iglesia, y sobre todo, a las enseñanzas de Juan Pablo II en todo lo relacionado a la donación de órganos para transplante.

Por ese motivo, leyó un texto de Juan Pablo II en donde destaca algunos "gestos de solidaridad que alimentan una auténtica cultura de la vida", entre ellos, la donación de órganos: "Merece especial reconocimiento la donación de órganos, realizada según criterios éticamente aceptables para ofrecer una posibilidad de curación e incluso de vida a los enfermos tal vez sin esperanza".

Arancedo hizo hincapié en el "marco ético y la actitud y responsabilidad que debe primar" durante la donación de órganos, al tiempo que advirtió que "la Iglesia respeta siempre la voluntad y libertad de la persona, por lo que esto no es una imposición". También destacó la presencia de una catequista durante la conferencia de prensa, que había recibido un transplante de médula de un donante anónimo.

Posteriormente, el Dr. Alberto Teper, subdirector del Cudaio, opinó que la donación de órganos "es una síntesis del valor de la vida; es el gesto de amor y altruismo más significativo que puede hacer en el siglo XXI el ser humano, para con los demás y para consigo mismo".

Tras destacar que "en lo que va del año tuvimos 17 donantes reales de órganos en la provincia, cuando en años anteriores, hasta el mes de mayo no pasábamos de los 10 donantes reales", Teper insistió en que "debemos pensar que cualquiera de nosotros el día de mañana puede terminar incluido en una lista de espera y que, por lo tanto, si nadie está dispuesto a dar, nadie va a poder recibir".

Asimismo, explicó que -gracias a la educación a la población en general y a los profesionales de la salud sobre la donación de órganos- se consiguió bajar el índice de negativa familiar de más del 75% al 62% actual. Sin embargo, admitió que "quisiéramos que sea sensiblemente menor y estamos encaminados en ese sentido".

En tanto, agregó que "el hecho de que hoy trascienda este pensamiento de la Iglesia (que ya existía) es un instrumento muy poderoso para abrir los corazones, educar y genera mayor conciencia. Para los que estamos trabajando en el tema y para los que están esperando un órgano es un día de alegría".

Por último, el Padre Edelmiro Gasparotto explicó que es uno de los socios fundadores de Donar, junto a otros tres presbíteros, hace más de 18 años. Recordó que "pudimos responder a la inquietud de Pedro Zukas sobre este tema, colaboramos en lo que pudimos y estuvimos presentes como Iglesia". Por su parte, Zukas -titular de la ONG Donar- agregó que "como cristianos, la única posibilidad de amar es a través de nuestras obras, así que por eso debemos donar sangre y órganos para transplante".

Cabe mencionar que también se encontraban presentes durante la conferencia de prensa realizada hoy en el Arzobispado el Presbítero Hilmar Zanello, asesor de la Pastoral de la Salud, y el Dr. Andrés Ellena, director del Hospital Iturraspe de nuestra ciudad.