De la redacción de El Litoral
Se lo puede ver en las trasnoches de Telefé conduciendo "Música para soñar", y allí presentar a distintos artistas jugando con sus repertorios, asociados a la dirección del notable Javier Malosetti. Pero es su voz lo que los noctámbulos amantes del éter conocen de memoria, esos fieles interlocutores del diálogo radial que propone.
"Soy discjockey". La afirmación, tajante, enfática, le pertenece a Bobby Flores, ese hombre de canas que hoy tiene a su cargo la gerencia de programación de Rock and Pop, la FM que marcó un hito en la radiofonía argentina, que cumple este año dos décadas de vida.
Su definición como "discjockey" lejos de encasillarlo, le otorga la autoridad suficiente y necesaria para hablar de música. Y aceptar la tarea de armar ocho discos dedicados al clásico sello de jazz Blue Note. "Los discos no son correlativos. Cuando se pensó en Blue Note, estaba claro que era un amplio concepto, dentro del cual era importante diferenciar cada estilo, para el gusto de cada público", explicó en una conversación telefónica.
Según se encargó de explicar, lo más complejo del trabajo fue conseguir las licencias. "Eso fue lo más engorroso". Pero armar un menú de 30 canciones fue algo así como un gran placer que se complementó con el trabajo del dibujante Rep. "Con él somos amigos, y hace muchas tapas de discos. Pensar en el diseño del disco fue lo último, y automáticamente pensé en Rep. Cuando se lo propuse enseguida se copó, sabe mucho de jazz. Nos ayudó todo lo que sabe. Es puro talento".
Producido por una multinacional como lo es EMI, se puede pensar que el trabajo pudo haber recibido algún tipo de condicionamientos. Sin embargo, "les gustó Blue Note, les gustó el proyecto terminado. Esta es la primera vez que editan un trabajo de este tipo. Blue Note tiene una estética muy determinada, y no impusieron ningún tipo de condiciones", aclaró con su tono pausado y preciso.
Ese hombre que antes que nada es "discjockey", es decir, un hombre que vive rodeado de música, alimenta y enriquece su prolífico acervo constantemente. "Tengo amigos por todos lados, en Europa, en EE.UU.... Somos un mundo aparte, todos tenemos materiales y nos lo vamos pasando entre amigos". Esta especie de cofradía -a veces virtual, a veces personal- es la principal fuente de conocimiento y de intercambio en materia de novedades discográficas.
"Viajando se consigue mucho". Es así como Flores cuenta con una enorme cantidad de CDs. Pero también tiene mucho que ver con las (des) ventajas que ofrecen los últimos recursos tecnológicos.
"El MP3 ha democratizado la música". Así defiende Flores al formato que, según él, permite acceder a un mundo inabordable, extenso, variado y rico. Pero si lo que preocupan son los perjuicios que fomenta la piratería, cree que es necesario "cambiar las reglas del mercado. Así como están las cosas, todo es un desastre". Y aunque los artistas puedan salir perjudicados del mercado ilegal de CDs, y al respecto les cabe la tarea de "salir a defender su obra", Flores admite que "para los discjockeys ha sido una bendición del cielo, porque es posible llegar a cosas que acá no se editan".
La voz del locutor evidencia su profesión de conductor radial. Con más de 27 años de radio, también es una voz autorizada para aceptar que el formato de la FM se ha trasladado a la AM, pero "esa nueva forma se va a agotar", vaticinó. Lo malo de la radio de hoy "es la locura que genera el rating. Eso debería cambiar, habría que dedicarse al arte". Tal parece ser su cometido a la hora de sentarse frente al micrófono, y conducir todos los sábados -de 21 a 24, por Rock and Pop-, "Querido sordo". ¿Cómo se logra hacer un programa tan especial, dedicado a hacer conocer la buena música? Es simple: "requiere de dedicación. Hay que dedicarse". Nada más y nada menos.