El fútbol, como la vida misma, tiene la revancha a la vueltita de la esquina. Porque nadie gana todo siempre y nadie pierde todo siempre. Es un juego -transformado en deporte, profesión y negocio- donde se gana y se pierde. Y el "Bichi" Esteban Oscar Fuertes puede dar fe de todo esto. Porque hace exactamente una rueda, en el estadio mundialista de Mar del Plata, el Colón de Basile derrotaba 3-2 a Huracán de Tres Arroyos. Esa tarde, le tocó ganar (marcó un gol) y perder (erró un penal), pero como consecuencia de la roja de Carlos Maglio con el posterior informe del árbitro, recibió un golpe que a muchos lo hubieran tumbado para toda la cuenta: desde ese 13 de noviembre de 2004, como consecuencia de una de las sanciones más duras del fútbol argentino, estuvo la friolera de ocho (8) fechas parado. Se perdió, por decisión del Tribunal de Penas de la AFA, las últimas cuatro del torneo anterior y las primeras cuatro del actual certamen.

Pero además de ese golpe mortal, quiso el destino que volviera en el peor momento de Colón en el fútbol profesional desde la vuelta del club a Primera. El "Bichi" se calzó nuevamente la sangre y luto con Colón último en la tabla de posiciones, con 1 punto de 12 y con el fuego del incendio que se llevó a la dupla Pizzi-Del Solar todavía dando vueltas por el Cementerio de los Elefantes.