La Unidad de Neuroortopedia del Servicio de Ortopedia y Traumatología Infantil del Hospital del Niños Dr. Orlando Alassia organizó unas jornadas de capacitación para los profesionales relacionados con el área de rehabilitación.
El tema que los convocó fue el enfoque interdisciplinario del tratamiento que debe brindarse a un niño con parálisis cerebral. En especial, analizaron cómo afecta esa lesión cerebral a la parte motora y las funciones correspondientes.
La Dra. Alejandra Andermann, a cargo del área de neuroortopedia en el Servicio de Ortopedia y Traumatología Infantil del Alassia, aclaró que "la afección es sistémica, es decir que afecta a todo el organismo, pero en este caso analizamos los cambios que ocurren en la función motora, como los trastornos en la postura y en el movimiento de los chicos. Pero cabe mencionar que estos pacientes también tienen trastornos gastrointestinales, génito-urinarios, visuales, es decir sensoriales en general. Además, muchos tienen trastornos de conducta".
La capacitación estuvo dirigida a médicos fisiatras, neurólogos, ortopedistas y pediatras, kinesiólogos y terapistas ocupacionales, técnicos ortesistas y profesionales de rehabilitación. También participaron estudiantes o residentes en las áreas de rehabilitación o en las áreas médicas relacionadas con este tema.
Tres especialistas fueron invitados para brindar sendas conferencias: la Dra. Patricia Giani, del Hospital Francés de Buenos Aires; la Dra. Patricia Peloso, del Hospital Juan Pablo II de Corrientes; y el Lic. Carlos Romero, del Hospital Garrahan de Buenos Aires. En relación a los profesionales del hospital que disertaron, Andermann precisó que se trató de Claudia Pérez, médica fisiatra; Francisco Astorino, neurólogo; y Guillermo Morales, traumatólogo.
Además de las conferencias ofrecidas por especialistas, se hizo una evaluación de pacientes desde el punto de vista médico y kinésico y dos fueron seleccionados para ser operados.
También se dictaron varios talleres, uno de los cuales versó sobre la toxina botulínica. En este sentido, la Dra. Andermann explicó que "en esta área usamos mucho esta medicación. Es un relajante muscular de acción local que logra relajar el músculo en la zona en que se inyecta. Es indicado en neuroortopedia y en los chicos con parálisis cerebral, en los que tienen espasticidad, es decir un aumento del tono de los músculos (están tensos permanentemente). Los chicos no pueden controlar esto y tiene que ver con la lesión cerebral".
Sin embargo, planteó que "hay otros chicos en los que la lesión motora se manifiesta de diferente manera, y en ellos también tenemos opción de usar esta medicación. Muchas veces, usar esta `ayudita' nos permite postergar la cirugía, en el caso de que el chico la necesite, para cuando sea más grande, de manera que cuando termine su crecimiento haya pasado por la menor cantidad de cirugías posibles, con todo el trauma que eso significa para el chico y la familia".
Andermann aclaró que "tratamos de no operar a estos chicos antes de los 4 años salvo que las deformidades sean tales que impidan que el niño pueda pararse, por ejemplo. Siempre se tratan de ver las alternativas no quirúrgicas antes de los 4 años, porque cuanto más chicos sean, más les queda por crecer y más posibilidades tienen de repetir la misma deformidad, porque el sistema nervioso sigue funcionando igual que siempre y lo va a repetir".
Por último, mencionó que otro de los talleres estuvo a cargo del licenciado en ortesis y prótesis, Carlos Romero. Al respecto, la profesional comentó que "en neuroortopedia tenemos que trabajar en interdisciplina. Necesitamos que la kinesiología funcione bien en el paciente, que si les indicamos ortesis (como botitas de plástico o equipos de asistencia, como andadores) sean adecuados para él. Muchas veces eso es un problema ya que los mayores inconvenientes pasan porque las ortesis estén bien hechas para que cumplan la función esperada".
De la Redacción de El Litoral