AFP
El Grupo de los Ocho (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia) discutirá, del 6 al 8 de julio, un plan contra la pobreza en África, que fue reclamado ayer por más de un millón de personas, en marchas y en gigantescos conciertos en todo el mundo.
Gran Bretaña, que ocupa este año la presidencia del club de países ricos, presidirá la cumbre, que se desarrollará bajo fuertes medidas de seguridad en el lujoso hotel de Gleneagles, a 70 km de Edimburgo, que antes de esta reunión era conocido sólo por sus verdes y extensos campos de golf.
El primer ministro británico, Tony Blair, se ha comprometido a alcanzar en esta cumbre un compromiso para lanzar un masivo plan de ayuda a África, que incluye un programa de condonación de la deuda de los países más pobres.
En una reunión en junio para preparar la cumbre, los ministros de Finanzas de los siete países más industrializados y Rusia lograron avanzar en un plan para condonar la deuda de los 18 países más pobres del mundo, entre ellos, dos latinoamericanos: Bolivia y Nicaragua.
Ese plan de alivio de la deuda está condicionado, sin embargo, al cumplimiento de una serie de requisitos, que implican acelerar las privatizaciones y la apertura de los mercados, denunciaron activistas que participaron ayer en una marcha en Edimburgo, que reunió a más de 200.000 personas.
Otro de las principales reclamos de los activistas y de las organizaciones no gubernamentales, que se han movilizado con vistas al G-8, es la adopción de leyes para volver el comercio mundial más justo.
"Queremos comercio justo, no libre comercio", gritaban los manifestantes.
Éste es otro de los puntos de la agenda británica para la cumbre de Gleneagles.
En una reciente reunión con la prensa, el ministro de Desarrollo Internacional británico, Hilary Benn, indicó que el gobierno de Tony Blair espera que en Gleneagles se decida un importante aumento de la ayuda a África y se adopte un plan para aliviar la deuda.
Sin embargo, con respecto al comercio, indicó que espera que se obtenga en Gleneagles una "firme declaración" de los líderes del G-8 para volver el comercio más justo, más que un acuerdo sobre acciones a tomar. Asimismo, dijo que espera que los Ocho expresen la intención de abandonar los subsidios agrícolas y de abrir más los mercados a los países en desarrollo.
Según él, "un mensaje político de Gleneagles daría impulso" a la próxima reunión de la Organización Mundial de Comercio en Hong Kong, en diciembre, "donde se podrá alcanzar un acuerdo significativo sobre el comercio".
En cambio, la otra meta de la presidencia británica en esta cumbre, que es la adopción de medidas para frenar el calentamiento del planeta, ha estado sumida en divergencias que subsistían a sólo tres días de la apertura de la reunión. Blair ha afirmado que es urgente tomar medidas para reducir las emisiones de los gases causantes del llamado "efecto invernadero".
"Creo que es sumamente importante que tengamos algún acuerdo claro de que hay que avanzar hacia una economía de bajo carbono", ha afirmado el primer ministro británico, subrayando la necesidad de "limitar las emisiones de gases contaminantes con urgencia".
Por el contrario, EE.UU. ni siquiera está de acuerdo en mencionar en la declaración final que "el planeta se está calentando", algo que forma parte ya del conocimiento científico establecido, han señalado organizaciones ecologistas.
A la cumbre del G-8 asistirán también el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y los líderes de los principales países emergentes, entre ellos China y Brasil, que figuran en la lista de países más contaminantes, encabezada por Estados Unidos.
Mientras tanto, los manifestantes se preparan, a su vez, a converger en Gleneagles: las autoridades locales y representantes de organizaciones alcanzaron el viernes un acuerdo para una marcha de protesta cerca del hotel, que ha sido rodeado para la ocasión por una sólida barrera metálica, con un perímetro de 8 km.
"Les daremos la bienvenida a los criminales de guerra el miércoles en Gleneagles", prometió hoy en Edimburgo Lindsay German, una líder de Stop the War, la coalición contra la guerra en Irak que movilizó en febrero de 2003 a más de un millón de personas en las calles de Londres.
Rusia, Alemania y Francia se han pronunciado a favor de que Grupo de los Ocho (G-8) apruebe la próxima semana un amplio programa de ayuda a los países africanos que implicaría, según Gerhard Schroeder, destinar a los países más necesitados de África un 0,5 del PBI para 2010 y un 0,7% para 2015.
El presidente ruso, Vladimir Putin; el francés, Jacques Chirac; y el alemán, Gerhard Schroeder, hicieron esta declaración en una rueda de prensa tras un encuentro informal que celebraron en el enclave báltico ruso de Kaliningrado y que precede a la cumbre del G-8 del próximo miércoles.
"Abogamos hace tiempo por mejorar la situación en África y proponemos una financiación adicional, con elementos nuevos", afirmó Chirac, tras señalar que el problema de la pobreza será uno de los centrales en la cumbre del G-8, junto al Protocolo de Kyoto.
Schroeder confirmó que el G-8 se propone "continuar el trabajo por condonar las deudas" de los países africanos más pobres.
El pasado 11 de junio, los ministros de Finanzas del G-8 ya acordaron condonar la deuda de 18 Estados pobres de África y Sudamérica.
"En particular, planeamos hasta 2010 destinar a las ayudas a los países más necesitados de África un 0,5 del PBI, y para 2015 elevar esa cuota al 0,7 %", subrayó.