¿De qué temas debemos ocuparnos los periodistas? En primer lugar de aquellos que le interesan a la población porque forman parte de su estructura de vida: sus valores, sus creencias, su vida familia, su economía, la situación del país.
Generalmente, desde el periodismo se hace lo contrario y se vuelca gran parte de la energía en seguir las turbulentas internas partidarias. Pero no hay que equivocarse: una cosa es abocarse sólo a los dimes y diretes de la política chica y otra distinta es omitir que los partidos políticos hacen al sistema institucional argentino. Un buen funcionamiento de ellos -lo que no ocurre- es tan importante como que las cámaras legislativas sesionen; que haya diálogo entre el gobierno y el Poder Legislativo para sacar las mejores leyes, y que esto también suceda con el Poder Judicial cuando los asuntos así lo requieran.
Entre las buenas noticias de la semana encontramos que la producción de granos en esta provincia, a fines de junio, ha superado las 17 millones de toneladas en la campaña 2004/2005 (11 millones de T fueron de soja). Ese total significa que Santa Fe superó el 20 por ciento del total nacional. Pero, además, en estos días se conocieron números de mayor producción de leche; que las exportaciones del sector se incrementaron un 40% respecto de igual período del año pasado; que la ganadería exporta un 20 por ciento más y que también son tiempos a favor para la producción porcina, la avicultura, la caña de azúcar y el arroz. La agroindustria goza un buen momento y quienes tres años atrás estaban en la lona, actualmente trabajan para exportar y en la recomposición del capital de trabajo con tecnología.
Esta es la provincia que tenemos donde, asimismo, la construcción se mueve en toda la extensión de su territorio. Sumado a ella, merced a la materia gris de nuestros científicos, podemos incluir en la nómina a los polos informáticos, a los de producción tecnológica y a la biotecnología. Todo esto habla de un gran esfuerzo que la sociedad civil está realizando, aprovechando coyunturas externas que le son favorables; de mentes dedicadas a pensar cómo realizar mejor el trabajo diario o el manejo de la empresa, con una madurez superior a la que se observó en la década de los '90.
Frente a este panorama que en lo económico-productivo, según sectores y regiones geográficas se está recomponiendo, encontramos fuertes contrastes con niveles de pobreza y de otros segmentos poblacionales a los que esa distribución de la riqueza no les llegó. El consumo ha entrado en una meseta, explican los economistas, quienes, además, ponen el acento entre quienes se encuentran en la economía formal y quienes trabajan en negro. Las diferencias de ingresos entre un agente en blanco y otro en negro en la misma actividad, en la actualidad sean muy importantes; de allí que siempre sean escasos los esfuerzos que se realicen para procurar el trabajo registrado con todas las ventajas sociales y previsionales que tal circunstancia implica.
En el párrafo anterior se encuentra, precisamente, lo que el Estado debe buscar revertir y trabajar por ello. La gran deuda pendiente en la Argentina, fundamentalmente, es social. No podemos tener ni en el país y menos en esta provincia los índices de marginalidad, pobreza y desocupación que exhibimos.
La delincuencia ha crecido y tras de ella, el problema de las cárceles, las comisarías y alcaidía superpobladas, punto que se ha terminado por convertir en una de las aristas más salientes de la cuestión social. Intrínsecamente un tema difícil de resolver. Lo saben los hombres del gobierno y del Poder Judicial, que esta semana protagonizaron un entredicho a raíz de la cantidad de presos que se encontraban en las comisarías y alcaidías. Los magistrados tienen el deber de velar porque las leyes se cumplan en el sentido de que quienes están en proceso judicial o con condena tengan condiciones de dignidad y seguridad.
El gobierno también considera esta premisa como prioridad pero no ha contado con las herramientas para hacerle frente, por lo menos en los tiempos en que la delincuencia creció de manera exponencial, aún reconociendo demoras en las construcciones penitenciarias. Tampoco toda la solución pasa por el encierro y así lo plantean una parte de los penalistas y los sociólogos. Todos somos conscientes que muchos de nuestros jóvenes, por sus condiciones sociales del presente, tienen la cárcel como futuro y, ante ello, lo único que no debemos hacer, es no hacer nada.
Un tema de fondo que merece el trabajo interdisciplinario, profundo aunque quizás, después, también se termine yendo detrás del carro. Lo que no conduce a nada es su tratamiento con ironía ante el planteo de los jueces y menos aún la polémica pública entre quienes ocupan altos cargos funcionales en los poderes del Estado.
Resulta un papelón que el partido del gobierno en la Nación y en la provincia no hubiera podido hacer una lista de candidatos a diputados nacionales y solicitara otra prórroga.
A la renuencia de María Eugenia Bielsa se sumó la de Horacio Rosatti, ministro del gabinete de Kirchner. Los nombrados no son los únicos que no han querido estar en esa nómina, aunque tan públicamente no hayan aparecido así, señalando por lo bajo que "no son sus tiempos para actuar".
El presidente está enojado con la posición de los hombres de Santa Fe. No cuesta inferir que nadie quiere presidir una eventual derrota.
Al cierre de este comentario el cambio de escenarios y nombres continuaba, al igual que el pase de facturas y el juego a las escondidas . El pensamiento de esta periodista fue expuesto en "Apuntes..." de la semana pasada. Sólo cabe agregar que además de segmentación y falta de convencimiento, prima un escasísimo espíritu de grandeza.