Un gran portal con rejas -entre las que se delinean las iniciales MP- recuerda el anterior y original uso que tenía este antiguo edificio, ubicado frente a la Plaza Pueyrredón: el Mercado Progreso. En los últimos años, el lugar se ha transformado en un signo de retroceso, la contracara de sus épocas de esplendor.

Desde hace más de 40 años, el edificio pasó a ser patrimonio municipal y tuvo diferentes usos. Pero ninguna intervención para preservar una antigua estructura que data de 1922. Hoy funciona allí el Corralón Municipal, y el lugar no es el más adecuado para que trabajen personas.

El ingreso por Ituzaingó está a punto de derrumbarse. Desde la planta baja se puede ver desde el sótano y hasta el techo, ya que enormes pozos y agujeros en los techos dejan a la vista las huellas del desinterés de muchas gestiones municipales por preservar este antiguo edificio.

Además, los balcones del contrafrente están envueltos en media sombra negra, como una forma de prevenir el desprendimiento del material de que están hechos. Además, en el frente del edificio, por calle Balcarce, muchos de los balcones ya se encuentran mutilados desde hace años.

Por el peligro que representa para esos trabajadores y por los prejuicios que ocasiona en el vecindario "este criadero de ratas y gatos y la mugre en que se ha convertido el ex Mercado Progreso", según indicaron, un grupo de vecinos juntó firmas para que la Municipalidad le encuentre una solución definitiva a tantos años de indiferencia.

Los vecinos se convocaron en las puertas del edificio para mostrar el "estado deplorable del ex Mercado Progreso, todo un símbolo de nuestra ciudad y ante la precariedad lamentable de toda su estructura, que implica no sólo peligro para los empleados municipales que están allí adentro, quienes no poseen baños ni agua".

Explicaron que juntaron firmas en todo el barrio para pedir que limpien y que arreglen el edificio, y que se le dé un destino que sirva para la comunidad. Pero advirtieron que "se enteraron que íbamos a hacer este reclamo y el domingo a las 7 de la mañana empezaron a limpiar el lugar. En 35 años nunca limpiaron ni hicieron tareas de mantenimiento del edificio".

Otra vecina sugirió que "queremos que dejen que los vecinos determinemos qué queremos de este edificio. Vamos a coincidir en que queremos hacer un centro cultural, de convenciones. Se podría convocar a los estudiantes de los últimos años de arquitectura para que presenten proyectos de factibilidad de aprovechamiento de este antiguo edificio".

Y aclaró que "si la Municipalidad no tiene plata (que nos preguntamos a dónde van a parar nuestros impuestos) sugerimos que se llame a licitación para que grandes empresas puedan invertir allí. La municipalidad sólo tendría que poner buena voluntad".

Por su parte, Susana Candioti, presidenta de la Vecinal Candioti Sud, recordó que existen varios proyectos presentados desde 2000 para refuncionalizar este edificio. Incluso recordó que, en 2003, la Municipalidad llamó a licitación con ese fin pero luego fue declarada desierta.

Por último, mencionó que "existe un grupo de arquitectos que hace dos años presentaron a la vecinal y al Concejo un anteproyecto para el Mercado: Ramiro Cristina, Ariel Garay Sosa y Daniel Guardatti. Sugerían la construcción de un centro cultural, que incluyera salas de computación, aula satelital, canchas de básquet, un dispensario, un sector para los artesanos de la Plaza Pueyrredón. Pero todo quedó en proyecto por falta de dinero".

Fernando Antuña trabajó en el antiguo Mercado Progreso y hoy, con más de 80 años, sigue relacionado con aquel edificio porque es vecino de barrio Candioti.

En diálogo con El Litoral, recordó que "vine por primera vez a este lugar cuando tenía 11 años. En ese tiempo funcionaba el Mercado Progreso, que tenía muchos puestos y trabajaba muy bien. Había puestos de frutas, verduras y carnicería. Funcionaban cámaras frigoríficas adonde se fabricaba hielo y en un sector de más adentro se conservaban las carnes refrigeradas".

Con algo de dolor y tristeza, el vecino agregó que "el edificio se fue abandonando y luego la gente se tuvo que ir. Hace más de 40 años que dejó de funcionar el Mercado y el lugar está semidestruido".

De acuerdo al Inventario del Patrimonio Histórico Arquitectónico Santafesino, el Mercado Progreso está emplazado en el barrio Candioti, frente a la plaza Pueyrredón. Fue construido en un terreno entregado a Luis Coll en concesión por 25 años, según la ordenanza 2.087, del 18 de noviembre de 1922.

En 1961, el Departamento Ejecutivo Municipal tomó posesión de los bienes y el inmueble que pertenecía al patrimonio del frigorífico El Progreso. A partir de ese momento, cambió el destino del edificio. Actualmente es de uso municipal y se utiliza como corralón de depósito de autos en infracción.